Dos textos sobre «El Frontón» de Willy Gómez Migliaro
Heredera de la erótica del flujo neobarroco como de las torsiones gramaticales de los epígonos de Stein en nuestra lengua, la singularidad de la poesía de Willy Gómez Migliaro consiste a menudo en que trabaja en ambos registros a la vez: escribe, así, donde todo afecto halla su condición en el fraseo sintáctico que lo delinea. En El Frontón, estas operaciones se emplazan en una isla que desde 1986 constituye un hito en la larga historia de la impunidad en el Perú y el escenario de una de las mayores masacres de la historia peruana reciente. Los poemas atestiguan los rastros de la violencia dispersos en los sedimentos marinos. La historia política queda fundida en los corales, los arrecifes y las formaciones guaneras, y las palabras neutralizan su tendencia al naufragio gracias al peso del paisaje rocoso que las circunda. Con este libro, Gómez encuentra la formulación más nítida de una poética donde, por lo menos desde Construcción civil, convergen las nociones de espacio e Historia en una zona inédita en la poesía hispanoamericana de los últimos años.
Santiago Vera
Un decir incompleto que se niega a decir todo, que tanto revela como omite. Elementos reconocibles de un paisaje costero al principio, el registro “objetivo” de un escenario geográfico que por momentos pasa a ser otra cosa, a ocuparse de otras cuestiones. Discontinuos y fragmentados, indicios que inquietan y reclaman: algo ocurrió aquí, algo innombrable, inasimilable. El poema no dice qué, pero en torno de esa insistencia va tramando una deriva u obsesión en la que lo reconocible y lo callado se sostienen mutuamente, como una incitación a un lector arriesgado, dispuesto a poner en juego sus capacidades. Lo nunca explícito en el poema, eso que está en su origen y que es su poderosísimo centro de gravedad, se puede buscar en libros de historia reciente del Perú o en crónicas periodísticas de los ochentas: todo lo que eso suscita como escritura poética, como pensamiento en incierta palabra escrita, es la materia sobre la que trabaja Willy Gómez Migliaro. Una inquietud política acuciante tabletea insistente como un rechazo a cualquier desmemoria y cualquier negación.
Daniel Freidemberg