Poemas de Sulma Montero
1.
Ahora que estás sentada a mi lado
con el rostro recién pasado por agua y jabón
no me mires.
Acompáñame a caminar por este valle olvidado.
Porque tú vienes del fondo de mi cuerpo.
Tú que apareciste a la luz de una lámpara negra
conserva para mí las lágrimas de la alegría.
Toma de mí lo humano
y recupera para mí lo santo.
Ejerce tu inocencia en el pesebre de mi cama.
Y reparte el pan a los desamparados.
2.
A ti que comunicas
el enigma del día
en una gota que cae
sorprendida de su sonido
en un pájaro que trina
antes del amanecer.
Luz salida de las sombras
húmedas de la noche
aclara mis senderos
y ábrete
mariposa pura
que vuela
desde mis manos.
3.
Si en pos
de un bosque
invisible
me pierdo
sin encontrarme
beberé del cielo negro.
Dentro
de mi hoguera
reconciliada
por lo que nace
junto al heraldo
de viento.
Una palabra
resucitada
invoca
a lo único que tengo.
4.
Por el aroma del lecho
tantas veces amanecido
como un reino.
Por mis manos extendidas
al acariciar lo insondable.
Por el verdor oculto
de un deslumbrado misterio.
Aparezco rozagante
altamente insomne
dueña de los caprichos
y los abismos de la luz.
5.
Una oscura señal
me sobrecoge
un silencio se desliza
entre mis incógnitas
interiores.
Me sumerjo en el mar
del universo
absorta en el templo
de mi tiempo
y finjo
que me duermo
en el negro
capullo
de mi sueño.
6.
Al fondo de rayos de miel dorada
un paisaje inagotable me embriaga.
Expande su perfume floral el alba
asciende la belleza anaranjada
y en el lago de sombras azuladas
siento el aliento secreto de mi alma.
7.
Iremos hacia mundos de cuya hermosura nada sabemos, dijiste; la noche en que los árboles transmitían una luz casual y benévola para los dos.
Entonces mi corazón fue perfumada niebla en la memoria del tiempo.
Primavera amparada en la mirada de los dioses.
Amable vuelo entre tanto cielo.
Alegría que galopaba en un sueño sin fin.
8.
De tanto pensar en las cosas del mundo, hago un recuento de lo que poseo.
Abro mi ropero y veo las prendas que amo, las acaricio y noto que son mías por la forma en que se mimetizan en mi cuerpo.
Tengo una chompa café que desprende un aroma particular, pasa que me gusta llevarla por distintos caminos y me acompaña como siempre, salvo cuando entramos en las aguas de la fantasía donde se convierte en velero.
Las prendas que saben de mi cuerpo tienen una respiración propia; algunas descansan de mí cuando las lavo, otras se renuevan para salir de paseo.
A veces
se esconden y aparecen mucho después con síntomas claros de travesuras.
Hay ropas que he perdido por el camino y otras que he encontrado en sueños.
Las extraviadas habitan un rincón del tiempo.
Las soñadas me visten cuando me despierto.
Y las que prefiero, no se dejan ver.
Sulma Montero es una autora multidisciplinar, nacida en La Paz – Bolivia, con estudios superiores en Literatura, Arte y Diseño.
Publicó: Mujer con muñecas, Infancia, Tania en flor, Capricho, Adenda (poesía). Estuche original, Escritas en bordó/Con fondo de agua dulce (narrativa) y Serena (novela). Ha participado en diferentes antologías en Bolivia, Sud América y Europa. Represento al Estado Plurinacional de Bolivia en Argentina, Chile, Perú y Ecuador.
En 2015 recibió la Beca de Fomento a la Cultura Herrmann y el Premio Plurinacional a las Artes y la Cultura Eduardo Abaroa.
En 2019 el Mérito Cultural Eneida Francisca Loor Arteaga, Ecuador.
En 2020 fue una de las Ganadoras Destacadas en el Primer Concurso Mundial de Poesía organizado por La Asociación Internacional de Periodistas en Beijin, China.
También trabaja en escultura, su otra gran pasión.