#ElPerúQueQueremos

pintura: Paula Modersohn-Becker

Poemas de Rainer Maria Rilke                    Traducción: Nina Solórzano

Publicado: 2022-03-10



                     Sonetos a Grete Gulbransson


I

No como uno nuevo: solo uno más,

que detrás de filas de libros se vuelve a encontrar,

pone este libro en sus manos

y niega persistente


su escondida suerte. Oh libros, objetos,

de un mundo invisible y deseado,

exitosamente formado y repentinamente establecido

en cuestión de días: los muros se aligeran.


Si la vida es vida, no se suspende en ningún momento,

¿cómo es que sin embargo se necesitan

en una casa plena, efectiva y valiente?


Vista, oído, tacto: no bastan

para alcanzar más el Ser: pero habla entonces

la fuerte voz de arbustos en llamas.


II

Voz en el zarzal. Ese al que requiere,

se quita los zapatos y se inclina y pega

el manto entero sobre su cara y dice

tras su manto: Señor, estoy dispuesto.


También quien no entienda el llamado

está dispuesto. En el orden actualmente imposible

de gracia completa, se abrirá

un camino estrecho hacia él.


María pasó, los niños pasaron

tras la llamada, y las niñas fueron silenciosamente

a lo desconocido, tras la puerta de la cámara.


El héroe conquista a su manera,

pero los otros solamente siguen y van felices

como si anduvieran entre los aires, entre las rocas.


III

El héroe es uno. En los héroes hay violencia.

Él inclina al mundo: el tiempo lo derroca en respuesta.

(De piedra roja con minerales

Y lluvia tormentosa reunida


le ha cerrado el puño el Señor.)

Ahí está él, ampliamente visible, y cambia

destinos alrededor de un nuevo centro;

y se interpone entre los enfrentados


furiosamente enojado. Y cuando él ama:

¿dónde está un corazón, que él no supere?

Así aumenta de manera imparable. Por último


lo lanza su impulso a las imágenes irrumpidas.

Que, dadas sus dimensiones, da paso

a su quietud dando vueltas en círculo.


IV

Además del héroe hay todavía uno: el círculo:

Una corriente se despliega y desangra.

Las despedidas se doblan como varillas verdes.

¿Dónde hay uno, que no sepa del otro?


Como parte y contraparte, se incitan sutilmente,

la misma estructura mantiene sus pilares rígidos

y, siempre consciente de todo, se deja llevar

en las volutas oscilantes.


Puede ser, nosotros acoplados al orden, nosotros no nos fuimos

lo radiante tan cerca del miedo

(descubrimos, quiénes somos, en la caída).


Pero las mujeres, que de fuerza carecen,

son las más audaces -, mira: lentamente los sujetan

y nos lo ofrecen a través de su rostro eficaz.


V

El amante nunca los podrá abarcar

con la mirada, seres ilimitados;

pues quien puede leer un rostro,

su mirada reluciente se desvanecerá.


El poeta espera, de una u otra forma

simbólicamente atraparlos, con cuidado,

sigue sus huellas de círculo en círculo

y se detiene en los cielos, asustado.


Al final, está él junto a ustedes,

y de repente, como en dulce tristeza,

de un camino hacia un jardín, no se puede separar.

La lagartija se ha escapado velozmente,

mientras él pone, casi solemnemente,

las manos vacías sobre el caliente muro de la montaña de los viñedos.







Por amor a ti quiero hoy tocar las rosas


Por amor a ti quiero hoy tocar las rosas,

tocar rosas por amor a ti,

por amor a ti quiero hoy tocar las rosas, que en mucho mucho tiempo

no habían tocado, rosas.


Todos los cuencos están llenos; se encuentran

dentro de sí mismos, cada cien veces,

como valles llenos de valles se encuentran

en sí mismos y predominan.


Tan indescriptible como la noche

predominan los ofrendados,

como estrellas sobre guijarros

se precipitan con esplendor.

Noche de rosas, noche de rosas.

Noche de rosas, noche de muchas muchas

rosas brillantes, noche brillante de rosas.

Sueño de mil párpados de rosas:

brillante sueño de rosas, soy tu soñador.

Brillante soñador de tus aromas;

Profundo soñador de tu fría intimidad.

Como me entrego a ti desvaneciente

tienes ahora que impugnar mi ser.


Sé mi destino resuelto

en la calma incomprensible

y la necesidad, de abrirse,

que nunca se detiene.

Espacio de rosas, nacidas en las rosas,

secretamente criado en las rosas,

y concedido de rosas abiertas

grandes como el espacio del corazón: que también podemos sentir fuera

en el espacio de las rosas


Escrito por

Willy Gómez Migliaro

Willy Gómez Migliaro (Lima, 1968) Poeta, profesor de literatura y escritura creativa, asesor literario y corrector de estilo.


Publicado en

Poesía

Poesía en lengua española