Antología poética de Álvaro Reinoso Elías
Una lágrima
Una perla interior
Un crepúsculo
I
Urania
Casta deidad,
Afrodita Urania es tu verdad,
impulso del amar, arte y brillo
de la fascinación
por supernovas extintas.
Retorno a ideales,
a las imágenes de una vida joven
oro recibiendo de la casta Afrodita
en la vida de la poesía
y en su deseo,
Duino a medianoche.
Es tiempo del rescate y satisfacción
del privilegio del amor de Urania
y su imagen que descubre
y armoniza el humano devenir.
Confirma las señales de un destino
por existir sin límites en el pensar extenso.
Es el tiempo de la casta Urania
que nace por sí misma
en el juego de los universos.
Reconoce a exégetas y amantes
en su maravilla del pasado
elección cierta y comprensión
en el tiempo.
El amor en pureza humaniza.
Paradigma del Ser.
La humana sangre fluye
envuelta y
habita en el bosque de la diosa.
Expresa el misterio de la vida.
Nunca fuimos los únicos
a los que plena y enérgica nutrió
en el conocimiento natural y divino
de la esencia de la poesía.
Se completa el círculo
de las realidades
cuando la diosa llegó despojada
de sus velos
y el canto de su Amor
al misterio conducía.
Eternidad
de Urania instante del Amor
en la Primavera de la Luz.
El Objeto
El sabio no dice nada
sólo es
el filósofo en el pensar
libera el ocultarse
En la estética que lo cobija
integra el goce
que la razón emana
lección de claro estilo
Fundamenta la parte y la visión
Inaugura al humano
el destino de crear la teoría
que brilla en la pregunta y su pureza
Final y Abstracto
Ignota espera llega
premonición silencio
real frío discreto
amado visitante
suave
presente creado
Vuelve tarde anhelo
tiempo incrédulo
lejana imagen
bienvenida sorprendida desprendida
pendiente puntual apego
mortal ósculo finísimo
Poesía torna
humano pasado exánime
llamada inacabada
justa
canto real virtual
playa ciudad final
Ser y Fundamento
Eres pérdida constante de una lágrima
luchas y padeces al ansioso recuerdo
Eres la belleza misma
al traspasar los límites de tul
Y nos dejas a través del río
aventurados más acá del mar
cuando todo es tristeza lejos de tu mirada
¿Cómo detener la marea sibilante?
¿Cómo llegar a ti, la densa playa
en la luna menguante?
Alguna vez
Tú, surgiendo a la vida
En la noche misma que la aurora sorprende
Descendiendo
A los mundos aquellos que recibirán
La palabra misteriosa de tu amor
Ya sin sentir en el silencio
La muerte
Sentirás entonces vida
Tuya y ajena
Con la fuerza y misterio de la luz
Es sólo un momento
Al que alguna vez olvidarás
Cuando despojado del recuerdo
Regales una lágrima a tu alegría
Oda terrum
En la vieja noche de la tierra
escucho el lamento de la tierra
materia cansada del caos
alzándose al oscuro firmamento
Su alma se redime en un grito animal:
"Materia, fúndete al enigma
que sea tu dolor un sacramento
de hombres de cosas de razón sin muerte"
"Enigma, regresa a tu origen
sin memoria sin final sin certeza"
"Amor, recoge a tus miembros
que sean materia
sin miembros sin garras
en ajeno torbellino"
Ancestro
La serpiente que surge del valle del encanto
penetra desnuda y ávida en el poema
Impregna la infancia
signo de la pasión
riachuelo desviado instrumental
de miles de fluidos exuberantes
invasores del cielo
Luciérnaga cósmica
Es posible que la tarde se despeje
es posible que las flores
recobren su perdida alegría
En todo caso
cualquier suceso pronto a revelarse
no tendrá más importancia
que un viaje a mediodía
cruzando nubes y valles
castas cimas de amores y mañanas
Así la sensación de olvido
partirá sin duda al anochecer
entonces se verá
si las estancias del verano tardío
encuentran todavía algún helecho
un caracol en la hierba dormido
La noche -animada huésped-
quizás anhele reflejarse
y deje pasar una sonrisa
o ansíe -embriagada bacante de amor y llanto-
inundar valles y cordilleras ya sin rostro
Es posible que la noche se descubra
la cósmica luciérnaga de un vuelo infinito
El amantísimo mensaje a los elementos pasajeros
Linderos
Pensar es poetizar
Alejar lo superfluo, exorcizarlo
Pensar es recordar
Ascender
Descifrar lo imprevisto
Sin nada que decir
Un acto de discreción
No totalmente nuestro
Un detalle cercano
Exento de clasificación
Epígrafe
La búsqueda de la huella
Traza el camino
Y se cierra
Vuelve a sí mismo
El retorno es la huella futura
Y es casi siempre la misma
Hades
Nosotros escuchamos
Las canciones
Y nuestros rosales
Obedecen
Nosotros escuchamos
Y la Academia se establece
Divertimento cósmico
Navegando en arena y mar
Sin detenerse la rueda de los mundos
La caravana atraviesa la noche
Como cada palabra
Al umbral de la perfección
Luchan con el espacio
De toda eternidad posible
Inaccesible a la memoria
PERSISTENCIA
La palabra muere
El discurso agoniza
El hombre
Criatura sin cobijo
Sin alimento para su muerte
Desgarrado en todos los espantos
Testigo involuntario
Para borrar la culpa
Del mundo y de sí mismo
FLOR DE CACTUS
El secreto de la flor del cactus
Nace y muere en una sola noche
Desafía la génesis de la creación
Cuando en la memoria fugaz
Eligió amar desierto;
La flor única del cactus es la diosa
Nocturna en la savia,
Aparición de un cosmos en la magia
Retraída al instante
Huye;
Flor del amor fuera de tu destino,
En el humano de tu noche ideal
Es cuando brillas y floreces,
Y es lo efímero de tu existir amante
Atracción del misterio que ama;
El poema en la memoria te celebra
Y recuerda pura y bella
Flor cactus del universo
Nausicaa S.XXI
Tu existencia es el recuerdo
Ignorada por los astros
Sin repetir las eras
Un extraño y ajeno destino
Exilio sin nombre
Mi extranjero amor
Desde el humano
Nacer a tu ficticia isla
¿Fueron los arquetipos de tu voluntad
Los que me alejaron de ti?
La que amaba como al pensamiento
DUELO
Al dolor del final algunas veces
Llegan para el rito las generaciones
Unidas por la muerte y el misterio
Veneran la imagen del antepasado
Sobre la indiferencia de un tiempo de olvido;
Una noche de duelo puede cambiar
Y al amanecer la vida libera
De falsedades;
El humano dolor por lo perdido
Cambia la imagen de la mortalidad
Por la paz y el amor que se convoca;
Noche de duelo cierta como incierto es el tiempo
Lección de una estrella que brillará
VIAJE AL INVIERNO
El autor y la aventura
Son los mismos
Del quemante trópico,
Engañoso y húmedo
En que la vida no pasa
Sólo termina
No le pidas más al invierno
Que la realidad
De moverte libre
Ya sin los duendes juguetones;
Ahora los espejos no cesan
Y te hablan de vidas reales
Es la hora de las cosas posibles
Modelar fantasmas
En la creación compartida
Fuego invernal
Tu lámpara de cristal diamante
es el sueño para mi noche
Tu llama silenciosa descansa
en tu calor de fuego
promete
anhelo y misterio
Alejandro y Hefestion
Demonio que sueña todavía
En espera del amor terrenal
Ícono de certeza inconfesable
En la repetición eterna que renace
Como historia en su memoria lúdica
Hefestión sacrificado en ofrenda
A la flama del mito
El único presente que vivió
Esa épica pasión en las batallas
Ciegas de amor por Megas Alexandros
En la tierra de los seres superfluos
Ya eres el ídolo real de un tiempo nuevo
El símbolo para cierto deseo
La criatura de vanidad que yace
A tótem sin amor y pueblo sin memoria
Libre de las promesas
perteneces al común de las ilusiones
Tu experiencia exenta de futuro
En la máquina de la satisfacción
De los oráculos
Es el tiempo brillante de una vida pequeña
Al servicio de la ciencia de la satrapía
Que no indagó el interior de tus definiciones
Sino el final indiferente de tus predecesores
No dejará jamás los días que se fueron
De Alejandro el Griego
Las voces reunidas de otros reyes
Lamentan tu servicio en los reinos equívocos
De ropajes extraños que opacan tu belleza
Llegarás a saber la verdad de tu cielo
Cuando navegues el lago de los ecos y sombras
Que fueron instrumentos del Gran Rey
La cosecha recoge fértil para su tierra muerta
La libertad que dejaste por el amo de tus pensamientos
La montaña y el Musmuki
Ante el dios y su tiempo de gracia
El estro del poeta se ilumina
En júbilo lo fulmina
Por máscaras amantes, divinidad pagana
Renacen abandonados dioses
Exhumando las voces del destino
Penumbras de pasión en la ruta del sueño
Entregan al cuerpo que recibe ofrendas
Desafío y regreso de las voces
En batallas que serían
El cenit de brillantes Gaugamelas
Verano
Miles de pájaros se mecen a tus ojos
Anidan eternidad
Establecen la línea que separa
El camino de la montaña
Del universo
Señor de los anillos
Si eres una más de las cosas que vuelven
Recuerda la distancia
En que desaprendo tristeza
Si eres una más de las mayúsculas
En el pozo en que respiro
Y no el ámbar de tus alturas
Si sólo eres gramo de conciencia
Ingresando veloz al riachuelo
Que destila en mi cuerpo
Si no eres nada sino la piedra
Elemental y visionaria
No te detengas allende la hiedra
Asemeja la perla inobjetable
Caricia de litio
Lágrima en el camino
Triste y amante
Aún tengo que acercarme
Más allá de tu comienzo
Navegar en tu noche
Y partir en el ave
Adherir al abanico
De tu lección atroz
Razón incierta
Los poetas viven
Sin oír otras voces
Que la llama que clama
Fundan abstractas verdades
Entrama ideologías con Filosofía
En ausente poesía
Que ya nada dice de su propia muerte
Sólo de la sangre de sus enemigos
Gastada en batallas de éxtasis virtual
Razón que deja al pensamiento
Incitando a increar en el olvido
Compañera infiel
Quisiera que la distancia fuera mi destino
Pero tú, poesía, sin cesar escuchas
Al dios que sin término me lleva
Por la luz que deslumbra y me revela
Que serás hasta el fin la compañera infiel
De mis navegaciones
En los mundos de tu fantasía
Cuando ya no te vemos los que no te conocen
Salvo este pedacito de cielo
Que no quiere dejar que la tierra lo pierda
Esencia de Amazonía
El estilo es la visión más clara
Cuando inaugura para cada pensar
Al filósofo, humano que afirma
Liberar lo superfluo y su arquitectura
En la estética que desafía la ficción histórica
Integran el goce hacia el horizonte
Que la razón emana en libertad
Es el destino de crear la teoría
En la piedra de toque y la piedra de sol
La esencia pura del interrogar
Se prolonga sin presentes
Convergen la esencia que irradia Amazonía
Musa Triste
Todos los vientos te llamaban
Las voces te susurraban
Un coro un canto
Que sólo al poeta esperaban
Llegar casi desnudo al final
Era el comienzo del antiguo drama
Cuando la dulce Antígona
Colmaba la fuente del deseo
Revelaste sin límites la prohibición
Recreada estación de imposible
Por el solo pretexto de la musa
MAGIA DE LA FORMA
A Ronald Alván, Escultor
Tu encuentro en la armonía se define
Exenta de real que te reclama
Extático al amor
Las formas que liberas
En la voz de la serpiente
Que dormita en la madera
Meandros por descubrir
II
Tigre de frontera
No hay cese de las repeticiones
El último adiós y la distancia
Dicen que la ausencia
Es una historia conocida: la tristeza
La libertad es la renuncia
Al todo posible: tu figura y deseo
Las figuras del sueño son las nuestras
Y se van y regresan siempre
No hay piedad en tu voluntad
Es la figura de tu propia lógica
Y no admite supuestos de amor alguno
Solo una palabra
Al final de los trabajos y días
Tu claridad se hace sombra
Diseña con realidad feroz
La silueta de las geografías
Son los tigres criaturas de compasión inerte
Existen por capricho de las tierras salvajes
Decirles un adiós ya no interesa
Es mejor esperar el día que nos vemos
El regreso
Quise crear de nuevo tu mirada
Cubrir de verde y río
El extravío de tu ausencia
Recrear para la soledad de las calles
Un territorio que nos perteneciera
Como una casita sin puertas
Construida en el tiempo de los nardos
Cuando las cosas se movían con el brotar del mar
Ahora es el regreso
La vuelta a la otra margen
Del país de los sueños
Que se fue
Con todas las promesas que cumplimos
Ahora es el momento del verano
Que aún perdura en las noches
Sin llegar a encontrarte
Simple la nueva faz de lo real
Como la piedra que no acoge en el viento
Las caricias que le traen
Universos del amor
En la costa del estío
Con las manos ardiendo de realidad
Y días que organizan mi vida sin tregua ni piedad
He de volver a verte
Olvido
A J.R.R.Tolkien
Luthien de estos bosques
Ensayo de lo imposible
Realidad en la vida que das
Capricho del poema en tu deseo
Homenaje que niegas al recuerdo
Vives en la frontera del silencio
Luthien de los tiempos difíciles
No hay danza de estrellas
En la tierra que no amas
Ni esperanza más dulce que tu cuerpo
Sólo amas la danza de tu noche
Más hermosa que la música tus manos
¿Por qué, Luthien, no amas el amor de tus manos?
Cuando entregas la noche al movimiento
Continúas sin tregua
El anuncio de los días
Ley y deseo de las suposiciones
Sin la simplicidad de las razones
Que tu absoluta libertad amante
Recrea el instante que jamás terminas
Signos
Son las voces al final del juego
En el límite que a tu capricho alcanzas
El nuevo renacer de sueños y señales
Y el despertar de las manos reales
Los mares irreales
La imagen cierta conocida margen
Experiencia y privilegio que recrea
La fuerza y suerte de continuar viviendo
Según el exceso de tus pasos
El desafío al que jugamos
Natural y posible a nuestras voluntades
Fue campo para todo amor
De límites y música de ayer
Llenamos días de sustancia salvaje
Sueños de mares y océanos reales
Y advertí al tiempo del final del juego
Que los mares nos dejan demasiado lejos.
Corazón de arcoíris
Si pudiera nombrarte
Más allá de las definiciones
Al dibujar la música
La brisa suave y múltiple
De tus figuraciones
Prestaría al amor
Su anhelo
Y el arcoíris de tu corazón
Irradiaría en la tierra su canto
Celebración
A Igor Panduro Urrelo
Te recuerdo en la nebulosa
Y en la recreación del tiempo
Si nos vemos
Cuando enigma delicado es tu presencia
Explorando juntos el lugar sin límites
Ese abismo que pierde a las definiciones
Al encontrarte me develo poseído
Cuerpo lejano en tu abstracción
Celebración que amo
Imagen de tu canto
Ilusión
No es la poesía de amor
La que rehúyo
Es el poema de tu misterio
El espacio lingüístico del soñador
Tú soñaste sin vivir la poesía
Entregaste a la palabra tu ilusión
La herida de tu poesía es la vertiente
De mi amor, el misterio de avidez en tu locura
ARENA Y CIELO
Musical transformación de tu cuerpo
En siete pilares de fuego
Converge en perfecta catedral
La más bella arquitectura de los sueños
Develada en la mirada
Al misterio del Ser
Abrazo tu cuerpo
Convertido en sagrada simetría
Que se levanta
En mi deseo
AURORA
Tu cuerpo
Dueño del espacio
De tu deseo territorio virtual
El objeto que visionas
La noche y sexo en tu figura
Ya no existe
Sin la claridad del nuevo día
Tu libertad al irte gozas
Sin más esclavitud ni límites
SIN LÍMITES
La obsesión de procurarte
Carteles que visitan los sueños
Aún por los laberintos de tus pesadillas
Admirando una estación de distancia
Reconociendo en los días
Las posibilidades de tus envolvimientos
En la necesidad
De podar tus viñas
FIGURAS
He navegado sobre todos los ríos
Que me alejaban de tu calor
Y tenían razón, una y otra vez
Al mirarme en ilusiones
Completamente frío y alejado
En tu audacia
He llegado al margen natural
De nuestra libertad
Sin más palabras que un recuerdo
En el sinfín de los adioses
Y la promesa de seguir viviendo
El final de tu deseo es el amante
Para una perfección
En los tiempos que nada saben de nosotros,
El mito sin realidad de otras libertades
Será nuestro secreto para tiempos mejores
El poema del adiós
Tiene el sabor de tus sueños,
Criaturas de tu voluntad sin término
Inútil caudal que sólo existe
En las figuras que mataste
DÍAS SIN DESCANSO
Es la calma de los dioses
Que supone al final de tu arrogancia
Un amanecer sin límites
La imagen desterrada en tu memoria
Es la vertiente del deseo
Que se atreve a seguir tus sueños,
El inconstante río de tus días,
Furia sin piedad en tu mirada
Es la sabiduría del que ama
La desesperación al ritmo de tu tarde
Y se desliza en melodías
Que organizan el fuego de los cuerpos
Es la repetición sin tregua de tu ausencia
Día tras día lejos de tu palabra
Sin llegar a creer en los días que vienen
Entrenan a mis días en agonía cierta
Es la rebelión de mi naturaleza y tuya
La que no entiendes en tu juego y mío
De figuras que dominas
Eres la extraña ley que me lleva al olvido
Amor en cyber
Tu mirada en la red del tiempo y lejanía
Registró mi tristeza en el tiempo virtual
Y despedía la ternura en tus sueños
Por la que amé tu presencia real
Este extraño riesgo en descifrarte
Se aventuró y confió a tu matemática
Indagando en la ecuación del amor siglo XXI
Creada en los axiomas y variables de tu libertad
En los días y noches breves
Juntos alejamos el caos de los otros
Acercamos nuestras vidas virtuales
A un mundo vacío
Ímpetu joven al rescate de olvidadas eras
En el cambio de las secuencias
Que recrean el origen de la nueva lógica
Juego fatuo
Se ha ido
presencia
hasta la playa
el silencio
sin afanes
metamorfosis
dios efímero
adora el juego
de tu persistencia
lejos de los sueños
Nací en la ciudad de Arequipa el 9 de julio de 1954, hice mis estudios superiores en la Universidad de Lima, Facultad de Ciencias de la Comunicación y en la Pontificia Universidad Católica del Perú, Facultad de Filosofía y Humanidades. He vivido en Holanda y España y he recorrido algunos países de Europa, como Francia, Inglaterra, Portugal, Italia, Grecia y Marruecos en el norte de África, así como Túnez y Egipto. Cuando regresé a Perú estuve viviendo mucho tiempo en la ciudad de Iquitos, donde me dediqué a la comunicación social en diarios, revistas, radio y televisión haciendo entrevistas y, además, trabajando como jefe y asesor de imagen en algunas dependencias en ese entonces llamado Instituto Nacional de Cultura y la municipalidad de Maynas. Después he estado viajando y trabajando en San Martín y también un breve tiempo en Lima como asesor de imagen de un congresista, hasta que luego regresé a la selva alta y he estado trabajando allí un tiempo. Por supuesto que he seguido escribiendo poesía y no ha sido publicada. Escribo desde que tenía 14 años. Un saludo cordial a las personas que lean mis poemas que he titulado Antología poética de Álvaro Reinoso Elías.