Poemas de Yuleisy Cruz Lezcano
Bosque imaginario
Entre estas ramas
hay todavía espacio para un rayo de sol.
Las hojas desordenadas de los árboles,
enredadas alrededor de las sombras,
se mueven como entidades mágicas,
flotan en el punto medio del viento
y hablan con voces de bosque
que muerden en sueños
los pájaros de hilo unidos por los ojos
al cambio móvil de los reflejos.
El bosque es un paisaje dibujado
en los atajos de la memoria.
Los pájaros son los vuelos
que en la infancia que soñé,
parecen nubes grises
con quién comparto mi mar de lágrimas,
cuerpos de plumas negras
con quienes disputo
las migajas de mi incertidumbre,
fantasmas oscuros que me invento.
Entre los cielos fatigados de la noche,
imagino plumas revueltas en ajeno plumaje.
La luz que entra en este bosque
me ayuda a escribir mis desventuras,
mientras escucho las ramas, creaturas
del olvido,
fantasmas que viven en otros fantasmas.
Fantasmas que gritan
que yo acepté esta nada.
Mi casa
Quiero vivir en una casa
donde veo el mar
por las mañanas y por las tardes,
donde las olas rumorean
mientras visten mis sueños vivos.
Quiero vivir en una casa que despierte
el pájaro durmiente
los peces revueltos en mi mente,
el destilado de fuego que puebla
la música que hace de mí
un lejano recuerdo.
Quiero vivir en la palabra isla
como un reclamo de flores silvestres,
como un animal de paja y de nubes,
ligera en el viento que me viste
con el sabor de yerba
perdido en el sitio que llaman eternidad.
Quiero vivir en una casa
escondida en una isla,
en la espuma burbujeante
de un instante
abierto en la aurora de Dios.
Quiero vivir en la voz
de mundos ajenos al ayer,
vivir para ver el sueño
bajo cuya fronda
pasan nuevas barcas.
La fuerza de las palabras
Si tú supieras cuánto pesan las nubes
tratarías de leerlas.
Si tú supieras cuánto peso quita un
“No te preocupes,
hallamos la forma“
Leerías en una pradera de nubes
la ligereza que aligera,
océano de palabras que alientan
cantando hacia las siembras
notas fértiles
encendidas de entusiasmo
como un fuego soplado
que escribe en el aire
su fuerza.
Papeles viejos
Ahora sé que nuestra historia es la historia
de papeles viejos que ayudan la luz a vivir
sin olvidar la vida que ayer fue promesa.
De los héroes hundidos
en las entrañas de la tierra,
nos queda el sitio del amor profundo,
del coraje de la espera necesaria
de la muerte.
Del pasado nos quedan los libros
que han dejado dicho
no siembres semillas en las piedras
que no crecen,
nos quedan los restos pintados
de los árboles
alimentados de lo que fuimos
antes de destruir los ojos
de nuestros cuerpos
hechos de madera y de ramas,
nos queda un fondo de paisaje antiguo
más parecido a una música que a un paisaje.
Nuestras respiraciones fatigadas
se hacen suspiros
como si trataran de escribir
las páginas de un nuevo libro.
¿De qué vida vivo la muerte?
Del llanto
no me quedan ni las ojeras,
todo dentro de mí
se ha vaciado,
veo que a la soledad
que me acompaña
apretada a los huesos,
ninguna palabra le hace justicia.
Estoy saliendo de la anestesia,
abro los ojos
y pregunto con la lengua pastosa
en que punto de la muerte
se quedó la vida.
La busco en el agujero del silencio,
en el vuelo del ángel breve
que se transfigura en viento
para secar mis lágrimas
en la alegría representada
con el traje alquilado.
La busco en aquella otra yo
que murió con la muerte mía,
con los ojos que le arrancaron, viendo
por la mirada de mi cara.
La busco en la sobrevida,
en la herida innombrada
y me pregunto
sobre que muerte yo sigo viva,
levantada como un pajarraco
que trata de construir
una alegría olvidada.
Unicum
¿De qué zona enamorada
te trajo una gaviota?
Pequeña flor que brota
en el alma de antigua leyenda,
estrella de cinco puntas,
la belleza y tú van juntas
para que el amor se encienda
en el cuerpo de una isla sin edad,
tus ojos llenos de preguntas
alumbran tus labios de verdad.
Te quiero a ti, ( tu nombre)
Yo no quiero que este amor,
pájaro azul quiero que sea,
tierra de mis islas,
cielo de mi luz,
quiero que me haga un nido
con las mismas manos
que me despeinan.
Quiero su nido en mi pecho
para llorar a la tormenta,
quiero que el eco de su beso
esta tarde
me absorba toda,
me devuelva entera
Regresar
Para regresar regresamos,
con los ojos resplandecientes
de las piedras,
con el cansancio cariñoso
de la estrella que escribe la sentencia
muerte acariciada
del mundo que existe
solo para celebrar el día.
Seremos flores concebidas
por el viento.
Un viejo corazón: la mañana,
otro sentimiento.
En el cielo correremos
como ríos lentos.
Y los esqueletos,
en forma de constelaciones,
finalmente bendecirán la tierra
con las transmutaciones.
Caminos
Se vive del ya vivido.
Se encuentra una y otra vez
el traje de los muertos
que viste los vivos,
inexplicablemente
en el nunca visto
la gente viene
y deja cosas pequeñas
en bolsitas de nailon,
donde se encuentran palabras,
diarios viejos que recuerdan
páginas nuevas que olvidan
el taciturno compañero de viaje,
el hombre amplio como océano,
la música que regresa de lugares remotos.
Se olvidan algunas huellas,
no las huellas que dejan huellas
en la realidad.
Nos acompaña
el reflejo del rumbo que navegamos,
y sin frontera ni patria
a lo largo del camino, nos abrimos
como el suspiro de un alma sin centro
que se vuelve locuaz.
Entonces sólo entonces
comunicamos con las calzadas laterales
de cada retorno.
Nos dan cita los cruces
y en los meridianos del próximo camino,
lloramos las noches entre las hojas caídas
y como una patria de polvo
dejamos que nos separe la vida,
y nos una la muerte.
En los paralelos de la memoria
por ajenos caminos de invención
sin lugar donde estampar nuestras muertes
nos encontramos en los naufragios
y mientras invocando el mar,
nos llega su silencio.
Nos perdemos para encontrarnos
mirando a los ojos
de nuestra ambigua ceguera.
Cuerpo con cuerpo, compartimos
una porción de nuestros fantasmas.
Entre muerte y vida,
tenemos siempre una vez más,
otra posibilidad
después de un pasaje a Oriente.
Sin mapa, en esta geografía,
llevamos todos una isla que no existe
por nuestras calles
con el ansia musical
de encontrar respuestas.
Un mundo mejor
Quisiera ser poesía lanzada
en el vuelo de ramas flotantes,
ola que mueve un barco danzante
inagotable vaivén de la esperanza
de las venas de aguas
que buscan el mar.
Quisiera ser verso de fruta líquida
y en el cielo madurar
atravesando los litorales duros
de la realidad.
Quisiera que mi humanidad
se abriera como un cotiledón de fuego,
como un ritmo de identidad
que me ayude a estar parada con dignidad
mientras uso el agua
no como un borde heridor,
no como un mar que separa,
mas como vía radiosa
para saltar hacia el corazón del mundo,
usando un diálogo vivo contra la injusticia.
Quisiera encontrar palabras
contra la droga ficticia
que engaña la moral
de los testimonios de las pérdidas
que se vuelven indiferentes.
Quisiera reunir gentes
alimentar la lucha contra lo real
desde los sueños.
Desde esta tierra sin dueños,
quisiera cultivar la esperanza
de que un mundo mejor
me habite definitivamente en el pecho,
me lleve por arcos de solidaridad
a través de puentes de aguas
que enlazan
la fraternidad entre los pueblos.
Yuleisy Cruz Lezcano. Nació en la isla de Cuba el 13 marzo 1973, vive en Marzabotto (Bolonia; Italia). La poetisa emigró en Italia a la edad de 18 años, estudió en la Universidad de Bolonia y consiguió el título en “Ciencias enfermeristicas y obstetricia” consiguió, además, un segundo título en “Ciencias biológicas”. Trabaja en la salud pública. Numerosos son los premios literarios donde ha obtenido reconocimientos importantes. Su poética trae inspiración sea de la literatura Europea (Rimbaud, Baudelaire, H. Hesse, F. Pessoa, G. D’Annunzio, E. Montale, G. Gozzano, P. Salinas) sea de la poética americana y latino-americana (Edgar Lee, Walt Whitman, Rubén Darío, Julio Cortázar, Alejandra Pizarnik).
Bibliografía / Obras literarias / Publications
“Demamah: il signore del deserto – Demamah: el señor del desierto”, 2019
“Inventario delle cose perdute”, 2018
“Tristano e Isotta. La storia si ripete”, 2018
“Fotogrammi di confine”, 2017
“Soffio di anime erranti”, 2017
“Frammenti di sole e nebbia sull’Appennino”, 2016
“Credibili incertezze”, 2016
“ Due amanti noi”, 2015
“Piccoli fermioni d’amore”, anno 2015
“Sensi da sfogliare”, 2014
“Tracce di semi sonori con i colori della vita”, 2014
“Cuori Attorno a una favola”, 2014
“Vita su un ponte di legno”, 2014
“Diario di una ipocrita”, 2014
“Fra distruzione e rinascita: la vita” , 2014
“Pensieri trasognati per un sogno”, 2013.
Su poesía es presente en distintas antologías y revistas sea italianas sea Internacional y ha sido traducida en distintos idiomas.
Es miembro de honor del Festival Internacional de la Poesía de Tozeur en Túnez.
Correo electrónico
yulicruzlezcano2@gmail.com
Página web