#ElPerúQueQueremos

Poemas de Yuleisy Cruz Lezcano

Publicado: 2021-09-09


Bosque imaginario


Entre estas ramas

hay todavía espacio para un rayo de sol.

Las hojas desordenadas de los árboles,

enredadas alrededor de las sombras,

se mueven como entidades mágicas,

flotan en el punto medio del viento

y hablan con voces de bosque

que muerden en sueños

los pájaros de hilo unidos por los ojos

al cambio móvil de los reflejos.

El bosque es un paisaje dibujado

en los atajos de la memoria.

Los pájaros son los vuelos

que en la infancia que soñé,

parecen nubes grises

con quién comparto mi mar de lágrimas,

cuerpos de plumas negras

con quienes disputo

las migajas de mi incertidumbre,

fantasmas oscuros que me invento.

Entre los cielos fatigados de la noche,

imagino plumas revueltas en ajeno plumaje.

La luz que entra en este bosque

me ayuda a escribir mis desventuras,

mientras escucho las ramas, creaturas

del olvido,

fantasmas que viven en otros fantasmas.

Fantasmas que gritan

que yo acepté esta nada.





Mi casa


Quiero vivir en una casa

donde veo el mar

por las mañanas y por las tardes,

donde las olas rumorean

mientras visten mis sueños vivos.

Quiero vivir en una casa que despierte

el pájaro durmiente

los peces revueltos en mi mente,

el destilado de fuego que puebla

la música que hace de mí

un lejano recuerdo.

Quiero vivir en la palabra isla

como un reclamo de flores silvestres,

como un animal de paja y de nubes,

ligera en el viento que me viste

con el sabor de yerba

perdido en el sitio que llaman eternidad.

Quiero vivir en una casa

escondida en una isla,

en la espuma burbujeante

de un instante

abierto en la aurora de Dios.

Quiero vivir en la voz

de mundos ajenos al ayer,

vivir para ver el sueño

bajo cuya fronda

pasan nuevas barcas.





La fuerza de las palabras


Si tú supieras cuánto pesan las nubes

tratarías de leerlas.

Si tú supieras cuánto peso quita un

“No te preocupes,

hallamos la forma“

Leerías en una pradera de nubes

la ligereza que aligera,

océano de palabras que alientan

cantando hacia las siembras

notas fértiles

encendidas de entusiasmo

como un fuego soplado

que escribe en el aire

su fuerza.





Papeles viejos


Ahora sé que nuestra historia es la historia

de papeles viejos que ayudan la luz a vivir

sin olvidar la vida que ayer fue promesa.

De los héroes hundidos

en las entrañas de la tierra,

nos queda el sitio del amor profundo,

del coraje de la espera necesaria

de la muerte.

Del pasado nos quedan los libros

que han dejado dicho

no siembres semillas en las piedras

que no crecen,

nos quedan los restos pintados

de los árboles

alimentados de lo que fuimos

antes de destruir los ojos

de nuestros cuerpos

hechos de madera y de ramas,

nos queda un fondo de paisaje antiguo

más parecido a una música que a un paisaje.

Nuestras respiraciones fatigadas

se hacen suspiros

como si trataran de escribir

las páginas de un nuevo libro.





¿De qué vida vivo la muerte?


Del llanto

no me quedan ni las ojeras,

todo dentro de mí

se ha vaciado,

veo que a la soledad

que me acompaña

apretada a los huesos,

ninguna palabra le hace justicia.

Estoy saliendo de la anestesia,

abro los ojos

y pregunto con la lengua pastosa

en que punto de la muerte

se quedó la vida.

La busco en el agujero del silencio,

en el vuelo del ángel breve

que se transfigura en viento

para secar mis lágrimas

en la alegría representada

con el traje alquilado.

La busco en aquella otra yo

que murió con la muerte mía,

con los ojos que le arrancaron, viendo

por la mirada de mi cara.

La busco en la sobrevida,

en la herida innombrada

y me pregunto

sobre que muerte yo sigo viva,

levantada como un pajarraco

que trata de construir

una alegría olvidada.





Unicum


¿De qué zona enamorada

te trajo una gaviota?

Pequeña flor que brota

en el alma de antigua leyenda,

estrella de cinco puntas,

la belleza y tú van juntas

para que el amor se encienda

en el cuerpo de una isla sin edad,

tus ojos llenos de preguntas

alumbran tus labios de verdad.





Te quiero a ti, ( tu nombre)


Yo no quiero que este amor,

pájaro azul quiero que sea,

tierra de mis islas,

cielo de mi luz,

quiero que me haga un nido

con las mismas manos

que me despeinan.

Quiero su nido en mi pecho

para llorar a la tormenta,

quiero que el eco de su beso

esta tarde

me absorba toda,

me devuelva entera





Regresar


Para regresar regresamos,

con los ojos resplandecientes

de las piedras,

con el cansancio cariñoso

de la estrella que escribe la sentencia

muerte acariciada

del mundo que existe

solo para celebrar el día.

Seremos flores concebidas

por el viento.

Un viejo corazón: la mañana,

otro sentimiento.

En el cielo correremos

como ríos lentos.

Y los esqueletos,

en forma de constelaciones,

finalmente bendecirán la tierra

con las transmutaciones.





Caminos


Se vive del ya vivido.

Se encuentra una y otra vez

el traje de los muertos

que viste los vivos,

inexplicablemente

en el nunca visto

la gente viene

y deja cosas pequeñas

en bolsitas de nailon,

donde se encuentran palabras,

diarios viejos que recuerdan

páginas nuevas que olvidan

el taciturno compañero de viaje,

el hombre amplio como océano,

la música que regresa de lugares remotos.

Se olvidan algunas huellas,

no las huellas que dejan huellas

en la realidad.

Nos acompaña

el reflejo del rumbo que navegamos,

y sin frontera ni patria

a lo largo del camino, nos abrimos

como el suspiro de un alma sin centro

que se vuelve locuaz.

Entonces sólo entonces

comunicamos con las calzadas laterales

de cada retorno.

Nos dan cita los cruces

y en los meridianos del próximo camino,

lloramos las noches entre las hojas caídas

y como una patria de polvo

dejamos que nos separe la vida,

y nos una la muerte.

En los paralelos de la memoria

por ajenos caminos de invención

sin lugar donde estampar nuestras muertes

nos encontramos en los naufragios

y mientras invocando el mar,

nos llega su silencio.

Nos perdemos para encontrarnos

mirando a los ojos

de nuestra ambigua ceguera.

Cuerpo con cuerpo, compartimos

una porción de nuestros fantasmas.

Entre muerte y vida,

tenemos siempre una vez más,

otra posibilidad

después de un pasaje a Oriente.

Sin mapa, en esta geografía,

llevamos todos una isla que no existe

por nuestras calles

con el ansia musical

de encontrar respuestas.






Un mundo mejor


Quisiera ser poesía lanzada

en el vuelo de ramas flotantes,

ola que mueve un barco danzante

inagotable vaivén de la esperanza

de las venas de aguas

que buscan el mar.

Quisiera ser verso de fruta líquida

y en el cielo madurar

atravesando los litorales duros

de la realidad.

Quisiera que mi humanidad

se abriera como un cotiledón de fuego,

como un ritmo de identidad

que me ayude a estar parada con dignidad

mientras uso el agua

no como un borde heridor,

no como un mar que separa,

mas como vía radiosa

para saltar hacia el corazón del mundo,

usando un diálogo vivo contra la injusticia.

Quisiera encontrar palabras

contra la droga ficticia

que engaña la moral

de los testimonios de las pérdidas

que se vuelven indiferentes.

Quisiera reunir gentes

alimentar la lucha contra lo real

desde los sueños.

Desde esta tierra sin dueños,

quisiera cultivar la esperanza

de que un mundo mejor

me habite definitivamente en el pecho,

me lleve por arcos de solidaridad

a través de puentes de aguas

que enlazan

la fraternidad entre los pueblos.









Yuleisy Cruz Lezcano. Nació en la isla de Cuba el 13 marzo 1973, vive en Marzabotto (Bolonia; Italia). La poetisa emigró en Italia a la edad de 18 años, estudió en la Universidad de Bolonia y consiguió el título en “Ciencias enfermeristicas y obstetricia” consiguió, además, un segundo título en “Ciencias biológicas”. Trabaja en la salud pública. Numerosos son los premios literarios donde ha obtenido reconocimientos importantes. Su poética trae inspiración sea de la literatura Europea (Rimbaud, Baudelaire, H. Hesse, F. Pessoa, G. D’Annunzio, E. Montale, G. Gozzano, P. Salinas) sea de la poética americana y latino-americana (Edgar Lee, Walt Whitman, Rubén Darío, Julio Cortázar, Alejandra Pizarnik).

Bibliografía / Obras literarias / Publications

“Demamah: il signore del deserto – Demamah: el señor del desierto”, 2019

“Inventario delle cose perdute”, 2018

“Tristano e Isotta. La storia si ripete”, 2018

“Fotogrammi di confine”, 2017

“Soffio di anime erranti”, 2017

“Frammenti di sole e nebbia sull’Appennino”, 2016

“Credibili incertezze”, 2016

“ Due amanti noi”, 2015

“Piccoli fermioni d’amore”, anno 2015

“Sensi da sfogliare”, 2014

“Tracce di semi sonori con i colori della vita”, 2014

“Cuori Attorno a una favola”, 2014

“Vita su un ponte di legno”, 2014

“Diario di una ipocrita”, 2014

“Fra distruzione e rinascita: la vita” , 2014

“Pensieri trasognati per un sogno”, 2013.

Su poesía es presente en distintas antologías y revistas sea italianas sea Internacional y ha sido traducida en distintos idiomas.

Es miembro de honor del Festival Internacional de la Poesía de Tozeur en Túnez.

Correo electrónico

yulicruzlezcano2@gmail.com

Página web

http://www.yuleisycruz.com/chi-sono/


Escrito por

Willy Gómez Migliaro

Willy Gómez Migliaro (Lima, 1968) Poeta, profesor de literatura y escritura creativa, asesor literario y corrector de estilo.


Publicado en

Poesía

Poesía en lengua española