Poemas de Paola Dávalos
Amoripostres
A Paola y Lucía
Se alistan las manos
de obra
El mordisco
espera
de gracia
¿Cómo se aliña
el cariño?
Exquisitez
en cada entrega
[dosis rebosantes
con ardor] receta
la experiencia
pizcas de
íntima sazón
Válgame verlas
raíces
pulso cotidiano
moldes
personalizados
La masa a punto:
busca vasijas de cocer en fiebre
elevándose esbozo
adentrado horno
cortezas
aciertos con intriga
salven estos bocados
Poesía espera
Sombras condenas son el hambre
vacíos úlceras
rancias pugnas
estómago de hiel
siluetas
apetitos
armazón humana
sangre
Nuestras bocas pecaminosas de creación
sírvanse al fuego
AURORA
es necesario enterrar el cuerpo
cubrir con las tres primeras horas
de luto
y sobre él
el más pesado hierro
brazo siniestro
empuña en dirección
a la cumbre
expandiéndose
bruma
visión de caldera
pan
vino es esta
carne
dermis
zigzaguea
los guardianes de caza
sobrevolarán
para darte encuentro y asunción
testigo
delira
en afán de anhelo
la nueva flama
sustrae savia
todo espectro amenace
contagia su agonía
escucharás
el augurio del ave
Salve olla de Era
CORDILLERA
A una distancia
A la distancia
A pesar de la distancia
Con tu frente y tu rostro
Y toda tu presencia sin cerrar los ojos
César Moro
Silueta
confusa:
tu esencia
desborda
ciclos
abre su cuarto furtivo
ahonda
desea alcanzarte
con sus manos
llenas de fresas
Ardidas maduras
de cosechas y arrebatos
ácidos frescos
conjugo la pulpa
la memoria
piel
sueño
fecundo
placentera
mar adentro
atisba
una sola sombra
de carne y hueso
él
un lugar
donde soy
hallo sus latitudes
el verdor
de sus propósitos
y derramo
los frutos
sobre el crepúsculo
matices
desde el cuello
asciende
fronda
cordillera
Eleva los bochornos
de su costra
empuja nubes
nubla la tarde
mi juicio
Y la sangre del cielo
donde existes remoto
a este lado
de mi sombra
la deshaces
para revelarme
dentro de tu paisaje.
… hace falta encumbrar el amor
sobre el peso de la carne y sus yerros
para ver el astro humano, arder
Costra
virtual
la palabra se hunde
y mi cuerpo,
otro objeto recostado
sobre la noche,
salpica
charlas
deseosa
procuro
subsanar el tiempo
soy pez de aguas profundas
adentrándose en un mar
he osado hilvanar
mi propia red
el ritmo, la corriente
sus latitudes
es natural
la marea sube
el sol tiñe las cicatrices
con claridad
e ir demasiado lejos
es armarse de dolor
para vernos
mudar
y cruzar
el delgado velo
de los gestos.
MIRAR-ME
entrar cerrar
levantar y dejar
vacíos
abrir hemorragias
sonreír
una y otra vez
avivan sórdidos golpes
conozco
la sombra falsa
muda
se esconde bajo el sol
de otros
en el acto
luego descansa en la piedra
víboras
susurrar reflejos
escalas
suman
volátiles faces
desaparezco
en el fondo
intuyo
rostros
mirarme
no temo
PIEL QUEBRANTA
Suceden tantas cosas alrededor del cuerpo
y en él mismo es difícil verse
por ejemplo
cómo sobre la línea dorsal
riñen matices
formas del ramaje
árboles de altas horas
Desdibujar
el contorno
Se estira en manto
seduce al mar,
remoja
su regazo
convirtiéndola
en amante
efervescente
espuma,
embelesada
sobre la orilla
ofrenda
rito
y danza
descubierta,
piel quebranta
Otra espalda
llena de impactos
ciclos
contempla,
brilla
se esconde pequeña
gesticula y refleja
profunda cicatriz,
belleza,
diluyéndose
sombría,
juntas
agravan olas
y sintonizan
En el fondo
los sentidos no sirven
se pierden expandidos
en dimensiones ajenas
para ahogarse(r),
lado opuesto
Temo
hallar el paisaje
descuartizado
y al estridente de Poseidón,
una vez
sobre mi espina dorsal,
destile
el alba que no pude ver
solamente azul
trituro el chocolate, me reflejo ácida. es mi lengua tierra yerma, ajada con astillas
de vidrio. sangre condena respóndeme ¿cuándo va a colapsar este puente
colgante que tengo por garganta? los sueños se tambalean, liquidan sus cuerdas,
desafinan el juego y la horca estropea la tinta. ecos. retuercen, buscan mi voz,
pero la voz se ajusta hilarante, encarna y rasga. los guisantes son mi sentencia,
redondas, verdes, crudas vivencias; deseo vomitarlas. las evocaciones
me acechan. arrópame, llovizna en la infancia de mi cama. el desvarío sobrepasa
las esteras. mi rostro se humedece. al cielo le hace faltan piezas. aquí hay lugar
para estrellas. necesito apoderarme de la fiebre, elevarme con el mar, el amor
y la poesía, así de azules. ella, otra vez esencia, trepó la más alta montaña adentro
] ‘donde lo real es visible’ [ para encontrarme y decir: es hora. te prometo
que regreso y no seré yo. solamente azul.
Paola Dávalos (Lima, 1991) Formación autodidacta. Poeta. Gestora cultural. Coorganizadora del colectivo “La Huaca es poesía” -2021. Poemas publicados en revistas y antologías Al Filo del Sol (1era. antología poética en braille del Perú) Golem Editores (2019). Aislados -Dendro Editorial (2020). Versos desde el encierro- FCE Perú-(2020). Volteando al Siglo 25 poetas peruanos – Editorial Casa de las Américas (2020). Ha participado en distintos recitales, homenajes y eventos de poesía.