Poemas de Enriqueta Belevan*
Nacemos y somos
con nuestras dos manos
navegando el pozo
aparecido
la luz rasgando
los ojos hacia dentro
la piel la sombra.
El sonido de la piel
abre mis ojos.
El recuerdo es la piel
que cubre tus mejillas.
La sonrisa de la piel
es un sonido.
Las hojas
caen
como
las almas.
Las hojas
de tu carta
son
de seda.
El aire
de la noche
es muy caliente
todavía.
La ventana
semi abierta
las distiende
apenas.
Cuando las palabras
comienzan a sonar
silencios
notas suspendidas
accidentes
deshabitar a ciegas
la memoria
apretar las manos
contra el aire
devolver desde adentro
atenerse a todo.
Contar los gestos
repetir las imágenes
dejarlas quietas
desvanecerse
en el
descanso vacío
de los huesos
o en el
silencio de la oscuridad
transparente.
La puerta
que da
al mar
se deshace
al tacto.
Veo desde
aquí
la arena
sin huellas
de tus ojos.
Vine a buscar esto que camina.
He entrado a una habitación rosa
donde tú eres de ceniza y mueres.
Palpo la sombra que atenúa el dolor
los huesos bajo la piel de tus pies
entumecidos.
La esterilla de una silla rosa,
las flores de vidrio, los ojos
de los niños negros.
Me miras y tus ojos desmesuradamente
abiertos son los de ellos sin ninguna
sonrisa.
*Estos poemas inéditos fueron publicados en la revista de poesía Tocapus (1993-1995) cuyos editores fueron los poetas Orlando Granda, Pablo Landeo y Willy Gómez Migliaro.
Enriqueta Belevan (Lima, 1944) realizó estudios de música en el conservatorio de Bruselas a fines de los sesenta y Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha publicado los libros Poemas al estilo de una pintura ingenua (Lima, Ediciones La Sagrada Familia, 1978) y Poemas de la bella pájara hornera 1966-1984 (Editorial Alfa, 1984).