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Poemas de Percy Ramírez

Publicado: 2020-07-21



Yemas y labios 


Rocío toca la flauta

no distingo qué melodía

¿Es acaso el último soplo de infancia

que destruye todo lo concreto y etéreo

de los hombres?


No distingo qué melodía

esa flauta peina

Y la nostalgia se vuelve íntima prenda

de su indiferencia vigilada

por otro instrumento del viento

a la espera de sus yemas y labios.


(Poentos Núm. 4, 2011)






                                                 [De Penates, 2008]



Todo se viste de nada


Yuriko se baja la media

despierta el goldfish en el espejo

de mandarina

              pinta el muslo

y la liga dibuja un anillo

infinito de miel


Yuriko eleva la mirada     mas

sigue siendo japonesa

sus pestañas postizas escalan mi barba

el kimono ágata de lenguas de fuego

      cae

                 abre sus alas

                                      telón de la noche


Despertará muy temprano

cuando el humo del jazmín regrese al bosque.










                                         [De En la orilla del ocio, 2003]



Orietta


Pupila germinada al calor del cementerio de águilas

                         Orietta

ella convierte en cajita

                          de música mi cabaña

La bofetada del esposo la lanzó hasta mí


             a girar al pulso de las estaciones…


Por el ojo de su vientre puedo

descubrir                    una niña negra aplaudir

una lunaescorpión ahogada en peyotl.









Toda la luz del faro


Bebe toda la luz del faro,

oh sirena mía,

y que la tormenta, cincel de tu ombligo,

se trague a los cruceros donde el lujo

ya se encargó de ahogar al zoo.


Sirena resbaladiza,

mas ahora obediente al magnetismo de este cabo

do florece la fusión del coral la madreperla y millones

                                                                               de tortugas,

por momentos dejas escapar algún haz

procurando respirar…

 

Entonces, puedo ver a la extasiada reina de los mares

y del mundo que por gracia dejaste emerger

para que el hombre construya su precariedad y este faro

que tú,

sirena de gemelas islas de delicia,

apagas con silencios de fuego,

olvidando el precioso canto de la hipocresía.



(Poentos Núm. 5, 2014) 







Ajeno a este mundo


Me siento a corregir

unos ensayos, de esos académicos,

de esos que han inflado a tantos

hasta hacerlos reventar.

Pero me pongo a revisar tus fotos,

y la pantalla se convierte

en el marco de oro de nuestro cariño infinito

que fue

hace milenios, en la era del hielo

                          con el baileys irish cream.


Y no me recupero, ya ves;

y no puedo dejar de verte, en la playa,

caminar de largo, toda culebra,

casi dándome la espalda,

mirándome por el rabillo del pasado,

mientras comienza a soplar el viento libre de tiempo,

y todavía hoy suplico que caiga, de tu pareo celeste,

la misericordia.


Oh, niña,

tus senos fueron el cálido nido que madura la fruta

de mis sueños ofidios;

tus ojos, tus labios... fuentes que un infeliz volvió

                                                                     charcos de sapos.

Oh, dueña,

vuelvo a masturbarme como un púber deslumbrado,

con tu esencia que aún conserva mi glande;

me masturbo, ajeno a las obligaciones de este mundo.


(Poentos Núm. 5, 2014)







                                                  [De Hoguera de máscaras, 2011]



Guacamayos


Su cuerpo desnudo al amanecer

recuerda a las risueñas guaguas

que sacaba del horno de barro

nuestra abuela

de cuya boca tortuga

hoy resbalan soledades


Por fin despierta la niña

nunca aprenderá a decir

                             buenos días

parece poseída por un genio esquizo

quien le hace confundir

a esta leche lúcuma y celeste

                    con jugo de luna

y a mis manos con guacamayos

                                                       bebiendo de sus senos.







Jaguar


Aquel lecho de hojas secas parecía

la gloria en el agobiante viaje de mi viudez,

a tal punto que al soltar el instrumento

                                                  y reclinarme un poco

mis manos recuperaron sus carnes


Una suerte de ronroneo merodeaba sus luminosas y expansivas

manchas en jaula de fija mirada,

entonces comprendí la advertencia:

«Miles de hormigas rojas se encargarán

de que no amanezcas, Orfeo

déjame conducirte a mi habitación

hacia otro destierro»

—ya estaba hipnotizado—

Seguí un azul noche de secretos en el barro

eran pisadas de hembra

lo puedo jurar,

hasta que al bello filo de un precipicio

se volvió sobre mí

y comenzó

            a lamerme con lija las manías

lloraba miradas retorcidas.







Delfín rosado


Soy doctor en biología del Smithsonian, con sede en el deseo vehemente. He

 viajado en vano buscando a la bufea del Amazonas en estado silvestre. Debí 

empezar por un mapa de la realidad lingüística, no sé… Me han sangrado guías 

embusteros, pirañas de la Ciudad de los Reyes que fingían lenguas nativas. 

Al final, defraudado y picado hasta el prepucio, mientras me duchaba para las 

sábanas de mis apuntes, me sorprendiste con tu llavecita de oro: plena, rosada, 

renovándome las fuerzas para canalizarlas a través de una ciencia espontánea e 

imaginada desde la infancia. Así, ante el espejo en el techo del aposento, descubrí 

las sincronizadas piruetas de una criatura tan anhelada. 











Percy Ramírez (Lima, 1976) ha publicado el poemario Penates (2008) y el bestiario peruano Hoguera de máscaras o el libro de Orfeo antártico, ilustrado por Miguel Det, considerado entre los mejores libros de 2011 por el diario El Comercio. Integra La hoguera desencadenada, antología del Movimiento Cultural Neón (2015). Dirige la revista de creación Poentos. Iniciando el nuevo milenio, fundó el grupo poético Artesanos en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Recibió el premio de poesía en los XII Juegos Florales de la Universidad Ricardo Palma. Ha sido jurado de diversos concursos literarios, como los Juegos Florales de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (2009) y del Ministerio de Educación del Perú (2013 y 2017). Es compositor y vocalista de la banda de rock Tribulación. Se dedica a la docencia universitaria, y es magíster en Literatura Hispanoamericana por la Pontificia Universidad Católica del Perú.


Escrito por

Willy Gómez Migliaro

Willy Gómez Migliaro (Lima, 1968) Poeta, profesor de literatura y escritura creativa, asesor literario y corrector de estilo.


Publicado en

Poesía

Poesía en lengua española