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Poemas de Sabrina Usach

Publicado: 2020-07-20




                                             de nazca, inédito (2020)





caza


el viento me ofreció

más de un pájaro mudo para comer

pienso en el alimento –sacrificio hambre sed

hay quienes lo niegan

pero en el paredón silvestre de las noches

éramos varias las hijas que raptamos

cada ráfaga -sus aullidos-

y las dejamos orilleras en ríos altos

-ofrendas sonámbulas-

junto al último jirón de aliento

para que en el amanecer

un balín diera como resultado

un pucherito implume


hervía mientras una niña tirada en el piso

con un lápiz hurgaba el desgarro

con la misma intención de búsqueda

de los nidos vacíos hasta que la voz

filtrada por lejanas masas de aire

ofreciera el plato del día entonces

era entendible el rito era lícito

anular el tormento:

entiendo que el caldo de esos seres

hizo crecer en mí el acecho por todo aquello

que no tiene la capacidad de nombrarse








árbol


intentamos dejar a salvo

la enramada de los vínculos

yo preferí hijar un poema a la sombra

en el cobijo de corrientes llanas

después de velar los álamos que fui perdiendo

en tardes desprevenidas -de a poco-

aprendí a la muerte todo lo crecido

pronto era pérdida elegimos

texturas distintas de comprender

el tiempo acumulado como la yesca

venida por una brisa suave esto es

al fin de cuentas lo que nos va quedando

en los ojos a quienes permanecemos acá

el viento nos acumuló al tun tun

brotamos salvajes miramos al sol

como estacas a medio enraizar


no me pregunten por qué eché mis manos

en otras aguas por qué vertí mi lengua

en estos humedales buscando el gusano

que alimente la inicial de mi sintaxis

¿no ven que aquel chañar germinó así

y crece así y se colora así

porque no ha sabido tomar decisiones?









hiedra


un gajo desprendido de la planta madre

bastó para saber que desde mi ventana

colgaría una pequeña selva con el golpe

de frescura necesario para mi cabeza

en los últimos días del verano

de dos mil diecinueve olí el follaje

un mediodía y desperté en mi cuerpo

fui trepando por sitios desconocidos

coros de vocecitas acompañaban el vértigo

de enredarme nervadura a nervadura

fue cierto lo que dijeron las magas


patología diagnóstico extirpar

son palabras que deberías deglutir

hacia el fin de la estación


no voy a contar lo duro que fue ver partir

río abajo a las serpientes luminosas

-ellas me protegieron del intruso

hasta asfixiarlo con otras palabras

como tejido anticuerpos obstrucción-

en su lugar eché raíces tiernas

como esas hilachas rojizas

que nos raspan los pies al andar

por zanjones agrestes y sirven de nido

a microanimales que quieren desovar


ya no puedo salir de mí habito

el sistema natural que me une al mundo

y crezco de acuerdo a la luz









profanación 


                                                                     a S.M.


al sur una bandada de águilas

desprotegió tu nombre

desnudo de muerte

con la garganta muda

abrazaste qué grito

el silencio nos arañó tu memoria

-aliado de cóndor-

construyeron un osario de mentiras

sin dejarnos un rastro del secreto

entre tu palma y la raíz de los sauces

cierto mensaje en esos ojos calmos

desmayando el agua que murió a tu lado

los guerreros salimos de las cuevas

a soñar tu vida de brujo

¿alcanzaste a tatuarla en las pezuñas

felinas que recorren la mapu?

¿será posible encontrar tu rostro

en algún alma anarquista?

hicimos ritos multitudinarios

pero ni la más hermosa tormenta

consiguió limpiar las huellas

salpicadas de sangre


te aparecieron estos magos ebrios:

¿qué valiente pronunció ante tu madre

son sus manos las tiesas aferradas a las piedras?

¿qué sintió cuando supo que fue la noche

con su aullido de loba quien acunó tu ida

-pájaro o hijo-?








lithops


te recuerdo niña:

desde que nos engendraron

como peñascos cincelados por la fuerza

monstruosa de la vida tirábamos roquitas

al agua les dábamos un nombre

porque nos parecía cruel desprenderlas

del suelo y cambiar sus destinos

seguramente ahora que sólo te importa

hablar con tus plantas a media mañana

o pasarte días urdiendo el i ching para hallarte

te olvidaste de la intuición por la que elegiste

aquella piedra ovalada color azulado

entre las sombras de una noche extraña

la acunaste jugando a la mamá y dijiste

no sé si llamarla raíz o sangre

¿tu necesidad de nombrarla habrá sido

quizá la urgencia por encontrar

el origen de la especie escrita?


sin querer remordíamos antepasados

para modular por primera vez el sentido

de estar juntas con los pies desnudos

mojados a la orilla de aquel lago

ocupadas en ablandar con una sola palabra

lo que otros llamaron lava mineral tierra


memoria niña:

de pronto te nacerán huesos

y deberás tallar las cuerdas vocales

para definir las manos que te arrojarán

al embalse de tus vibraciones ocultas








 de magnética, Ediciones culturales de Mendoza, Premio Provincial Vendimia, 2018




guachas


me estás mirando ha dicho

la voz del daguerrotipo

quién habla si no es un espejo

—esa voz viene de años—

encontré la imagen

en un cajón de madera

y cuando la toco dice

me estás mirando no sé

de quién es esa voz de mujer


pero creo escucharla desde

algún pueblo abandonado para venir:

la siento llorar en un barco

hacinada entre hombres y paquetes

veo que se acerca al campo

a trabajar la tierra a ser sirvienta

siento que avanza parto tras parto:

me llegan los gritos

de los hombres que parió

susurra perdones

viaja a la ciudad

alguien le dio poder:

ahora vota y elige

estudia y enseña

se rebela se divorcia

teje: me cuenta su historia

me acuesto a su lado duermo


me estás mirando

vuelve a decir y despierto

los ojos o la voz que tengo

en las manos se silencian:

me miro al espejo

miro la foto en sepia:

tengo sus ojos

tengo su sexo y su voz








16 álamos


cuando hablo de otoño quiero decir

troncos que me cuidaron hojas movibles

ramas atolondradas protectoras de nidos

y de la casa grande donde crecí

eran fuertes pero lo fue más

el avance civilizador que los hachó

hay que poner lindo el barrio

vamos a pavimentar el zanjón

ninguno de esos cegatos sabía

la envoltura de la sombra ni la desnudez

del sol de la orquesta pajarera

o la respiración de las tardes de zonda

por eso cuando pienso en otoño

siento el pellizco del viento porque

me carcome la ausencia de esas

almas taladas y la montaña

de hojas que no volveré a barrer








concepto de sopa


la sopa que la lengua tibiamente se traga

es la casona renegrida de años

son los restos de apio papa cebolla

y zanahoria disecados en las orillas

de azulejos zócalos tenedores

o de esos platos de porcelana

con dibujos perfectos

son los centavos juntados con suerte

es el fiado el después se lo pago

es la olla gigante revuelta con ansias

con amor con ganas es esperar

el llamado a la mesa y dejar la payana

es lavarse las manos

el cuidado con el cólera

es mirar a la hermana

y seguir jugando

es agradecer

saborear la verdura

sacar la hilacha de apio

porque no me gusta

es meter la cuchara

en el medio de la vida y saber

que este vapor dulzón

que me calienta la ñata

se va se diluye

en formas raras

y no vuelve








                      de Muecas de una voz pájara, Baldíos en la lengua, 2015




12.

una nota huye locamente

de la trompa metálica:

intenta suicidarse:

cae en un papel:

ese papel la escribe:

la nota dice: grito en mi



20.

escuchando kind of blue intuye

que también alguien en su infancia

se sumergía en el agua de improviso

para aullar deseos y escuchar

decir bop a las burbujas

multiazules que se iban ahogando









Sabrina Usach (Mendoza, Argentina, 1985). Profesora Especialista en Escritura y Literatura. Coordinó en el período 2017-2018 La Juntada- Festival Internacional de Poesía Joven, las Olimpíadas Colegiales de Poesía y el Café Literario Último Infierno, eventos organizado por la Asociación de Poetas Argentinos. Becaria del Taller de Capacitación en Poesía dependiente del Fondo Nacional de las Artes de la República Argentina dictado por la escritora Tamara Kamenszain (Mendoza, 2013). Participó como poeta invitada al IV Festival Internacional de Poesía de la Ciudad de México (2015); al XI Festival Latinoamericano de Poesía “Tinta nueva” (México 2015); al VI Festival de Poesía Contemporánea Sumergible (Jujuy, Argentina, 2017); al I Festival Internacional de Poesía Joven “Jauría de palabras” (Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, 2019); y al XIV FIP- Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires (CABA, Argentina); entre otros. Fue invitada por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) a la XXVII Feria Internacional del Libro de la Provincia de Las Tunas en la que asistió como Poeta y Conferencista (Cuba, 2018). En poesía publicó Muecas de una voz pájara (Baldíos en la Lengua, 2015) y magnética (Ediciones Culturales de Mendoza, 2018), obra con la que obtuvo el Premio Provincial Vendimia de Poesía. A fines de 2020 la editorial Caleta Olivia editará su último libro nazca. Actualmente, es correctora de la editorial independiente Baldíos en la Lengua y co-coordina Cordillera, ciclo de poesía y Cordillera, podcast de poesía latinoamericana.


Escrito por

Willy Gómez Migliaro

Willy Gómez Migliaro (Lima, 1968) Poeta, profesor de literatura y escritura creativa, asesor literario y corrector de estilo.


Publicado en

Poesía

Poesía en lengua española