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Un poema de Domingo de Ramos

Publicado: 2019-09-15



                                          Mi madre duerme


Duerme mi madre

todo se duerme

Nada se aquieta nada susurra

El polvo se arrastra bajo su cama

Se duerme como nunca se ha dormido como un hijo

Se duerme lentamente como nunca nadie lo ha hecho

Ella va y viene en mi cuarto en mi mente en mis huesos

En las escaleras en las cortinas con la flecha que se apaga

Como un asteroide volando sobre sus parpados alados

Duerme como el picahielo la cuchara el smartphone y el dedo

Duerme como la película de un joven obtuso

Duerme en ese lugar o en otro solamente duerme

Duerme en los escalones las puertas En todas partes la noche

La noche por doquier en los rincones en los ojos en la ropa blanca

entre los papeles en el escritorio en el habla estival

en sus palabras en la leña en las tenazas en cada objeto del olvido

En la casaca en los zapatos en las medias en las sombras

tras el espejo en la alcoba en el respaldo del sillón volteado

en las grutas y el ave maría en los crucifijos en las sábanas

en la escoba en la entrada en las zapatillas Todo se ha dormido

Se ha dormido todo La ventana

todo el barrio se ha sumido en el sueño

Los faros amarillos cabecean

se han dormido turbiamente las ojeras

las 37 iglesias se han dormido

Duermen los arcos los muros las ventanas

las pullas nocturnas los adoquines las rejas los jardines

No se enciende una sola luz ni rechina una rueda…

Las combis los ornamentos las cadenas los postes duermen

Duermen las puertas las bisagras los picaportes los garfios

los biombos los cerrojos con sus llaves los pasadores de ida y vuelta

En ninguna parte se oye un susurro ni ruido ni golpe

Solo las nubes crepitan Todo duerme Aún falta para que amanezca

los andenes duermen los asilos se encienden en primavera

como si fueran semáforos crudos los viejos botones caen del cielo

Duermen los cerdos abiertos en el camal el cráneo y el torso

Las casas los traspatios Duermen los perros guardianes

Duermen los sótanos duermen los gatos con las orejas paradas

Duermen las ratas y la gente duerme Lima profundamente duerme

Duerme el velero en el puerto duerme el rayo el granizo

cruje bajo su fondo y a lo lejos se funde con el cielo dormido

Mi madre se ha dormido Y junto ella duermo yo y el otro mar

La costa castiza se ha dormido sobre el agua mestiza

Toda la ciudad y la isla duerme en los brazos de un mismo sueño

Duermen los eucaliptos los pinos los álamos los cedros los molles

Duermen las laderas los arroyos en las cuestas las sendas el Sara Sara

Duermen los zorros el lobo el cóndor También se ha echado el oso

y se han levantado de sus guaridas las guadañas las arañas

También se duermen los pájaros su canto no se oye

No se oye el chillar de la vizcacha no se oye la noche ni

el aleteo de la lechuza La región del altiplano está en silencio

Brilla una estrella Una renegada avanza con paso cauteloso

Se ha dormido todo Todos los muertos yacen alertas

Duermen tranquilos en sus lechos sin pesadillas ni reclamos

duermen los vivos hundidos en camisones y excremento

Duermen solos Profundamente O entre los negros brazos de un desconocido

Todo se ha dormido Duermen los ríos los montes los bosques

Duermen las bestias las aves el mundo vivo y no vivo

Solo la blanca nube vuela y chirría desde los cielos nocturnos

Pero también ahí duermen por encima de todos

Duermen los ángeles Los santos se han olvidado

del mundo azaroso y nauseabundo para su santa vergüenza

El ukhupacha duerme duerme el bello Paraíso

A esta hora nadie sale de su casa

El Señor se ha dormido La tierra quedó enajenada

No ven los ojos el oído ya no oye

También duerme el demonio Y se durmió a su lado

la discordia en la brisa de la campiña ayacuchana

Duermen los montoneros Duerme el arcángel San Gabriel con su trompeta

Y el tsunami de indios muertos Duerme su espada

Duermen los caballos meciéndose suavemente en el pasto

Duermen las manchas mi hermano duerme

duermen la cúpula de San Pedro el lienzo monostrófico de Leonardo

Mi madre se ha dormido

duerme el vicio la angustia los pecados

callados por igual reposan en sus sílabas La mierda insomne duerme

Y cada verso es hermano a otro verso aunque en sueños

farfullen uno al otro en otro idioma en otra lengua en otro dialecto

Aquí los pintan en tablillas en aromas en cerámica en arcilla

En arpilleras donde duerme los cantos la infancia

Su leve orfandad la pálida mano su derrotada lanza

Duerme mi madre mi madre duerme en silencio

Esto es el silencio esto es mi rincón

El rincón de los muertos

Donde mi madre nunca duerme


(Inédito)






Domingo de Ramos (Ica, 1960) Poeta co-fundador del Movimiento Kloaka (1982-1984). Estudió Sociología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha publicado los libros: Poemas, 1986; Arquitectura del espanto, 1988; Pastor de perros, 1993; Luna cerrada, 1995; Ósmosis, 1996 (Premio COPE de Poesía Petroperú); Las cenizas de Altamira, 1999; Erótika de Klase, 2004 (Premio de Poesía Erótica “Carlos Oquendo de Amat”); Pastor de perros (Antología), 2006; Dorada Apocalipsis, 2008; Demolido Fuego, 2010; Cartas desde la azotea, 2011; y Lima Pop (Edición Bilingüe italiano- español), 2012.


Escrito por

Willy Gómez Migliaro

Willy Gómez Migliaro (Lima, 1968) Poeta, profesor de literatura y escritura creativa, asesor literario y corrector de estilo.


Publicado en

Poesía

Poesía en lengua española