Poemas de Rosina Valcárcel
Tarareando baladas
La vida deseó cerrarnos
El orden del universo
Difícil amor Oscuro cielo
El espacio sideral
Palabra tardía
No ha sido breve el invierno
Se fue como llegó
Noviembre casual
Cántico / ramo amatista / aquelarre
Ojos náufragos contemplan
Dos mujeres incandescentes
Frente al juego de ajedrez
Dejan fluir el corazón
Bailan jóvenes incautos
Muchachas pálidas de labios carmesí
Y sandalias claras
Cartesianos militantes
Y alquimistas clandestinos
Marce pisa la tierra
Fresca y alborotada
Tarareando baladas turquesas
En medio del caos y la noche
Sin hacer ruido
Entre la fe y el porvenir
Una ronda de niños en la Plaza Central
Ilumina el verano bajo el vuelo de los pájaros
Avanti / Iluso modo de persuasión
De lejos evoco su cabellera
Insensata / Cuarzo del deseo
Bella Arena ámbar
(La adolescencia perdura).
EJERCICIO
A Gonzalo Portocarrero
Lo quise sin entenderlo
De día caminaba en círculo
Color oriental y huía veloz
De noche sin prisa
Cerca al amor era fucsia De tarde
Cuando tejía las palabras y los nombres
Era lozano y temible
Cuando reía
No era el viento que gime al catar el cianuro
Era vena del océano que rescribe
Esmeralda la zíngara.
Porque el amor es meramente eso:
el signo del inicio tenazmente oculto
atrás del final.
Cantar del totí
I
A Celia le atrae el bosque de Chapultepec
Aunque la sangre de su vientre no sea un rosal
Sino un oscuro guijarro
Thiago Lejos No escucha las ondas del tren
Pero la fiebre de Celia la siente a kilómetros
El temblor abatido
El Cantar del totí rojo
Los une la alegría / la tierra silvestre / el mar Caribe
La cumbre y el cielo.
II
Thiago, nombre, música y pan
Río Adonis Río fecundo claro y purificador
Sábado y domingo Los duendes hacen de la suya
Como si el rumbo del río pudiera trocarse
Se desgaja la roca verdusca y la niñez lesionada
Atada al pasado, pensativo, impasible
Santiago es la vida ardua / El ángel de las minas
Obrero joven anegado entre los de abajo
Esta tarde El viento te lleva y trae hasta mi puerta
Te sacudo leve y tierno Me corona la flor bermellón
Y te hurto el nudo de la garganta, compañero
Y brotamos hacia otro escenario
Más allá de la cáscara contemplo un infante
Ahí alzamos nuestras manos
En el campo -El trabajo -El sueño curtido.
DORA
a G.
Con su canasta de manzanas por la colina, sube Dora
Sus cabellos brunos se enredan en la penumbra
Y no puede desatar la red en México.
Hay luna llena. Sus ojos felinos iluminan lo sombrío
Ha cambiado la forma de su sueño pícaro
Al llegar el alba, en lo alto de la pendiente
Aspasia la saluda con venia sutil y amor oculto
La dama elegante crea un guiño y cede el fruto apetecido
La adolescente la atrae y giran señas adictas
Un pintor le promete el cuadro de Eva
Un rayo de sol entra por la ventana
El cubanito ofrece la tierra y el cielo
Le brinda una copa de vino añejo y hábitos llanos
Dora enciende el coral y se entrega a la vida.
La flor y el árbol y de los cerezos
Al maestro Julio Cotler
Hay planetas en otras vidas
Y nos escuchan a kilómetros
Bajo el ala de plata
Pájaros de fuego
El ojo de la flor y el árbol de los cerezos
Mi ilusión el jardín
Queda mi vida
Arde sola como una varita de Bengala
En un cántaro de barro.
COSMOS
A José Reaño
Tú puedes dirigirte hacia mí
O en otra dirección
Mientras las manos juegan con mi cuerpo
Se hacen barro-plastilina-arena
No tienen prisa ni gloria
Alrededor del fuego emiten aromas, frutas
Y amores fallidos
En otro cosmos.
El color de tus manos
El color de tus manos
Mi cabeza vacila
El ritmo de la tarde baja etérea
Al filo del mar
En la armonía de tu voz, Amor
Ese verde que duele
Nos deslizamos en el bosque de barcazas
Donde hay movimiento de circo
El río se desborda
Y sus aguas cubren tu nombre incendiado.
TARDE ROTA, CALIXTO
Desnuda entre ríos verdes y lilas
Avasallando la urbe con el perfil de astros
La mano excitable
Su tono grave me sermonea
Oscila con el vendaval cotidiano
Y la vastedad marginal de la quimera.
Bernat
a Gabriel Zelaya
Ancho es el día, afina y rompe, Bernat
Extensa es la tarde, espaciosa
Una corriente de aire fresco / Pero terca es el alma
Sepias existimos en los otros y no caemos
Cuando alguien evoque
Nuestro cantar ocre, durará en los parques
La señal oculta en el vendaval
Hacia el río. Batirá el corazón
Nacerá la eternidad.
Aquí en el huerto, en la afable
Tierra del no-zanjar
Un pálpito inédito
Ha de llegar azul.
Sin embargo hay que resistir,
Batallar, lidiar
Escribir como tú cantas
En pos del amor y la libertad.
MONÓLOGO DE NELSON MANDELA
a Milena
En Sudáfrica en una provincia del Cabo Oriental
Más allá de la sombra que nos circunda
Azabache, ante el precipicio sibilino
Respondo a las deidades que existen
Por mi mortal espíritu alterable
En los inciertos garfios del azar
No gimo ni sollozo / Sobre los palos del tiempo
Mi frente altiva / Está teñida de sangre
No hay desmayo ni vergüenza
Lejos de la comarca entre furia y lamento
Yace el pánico de las olas altas
No obstante la amenaza de los años
Me halla sin gran temor:
“Aprendí que el coraje no era la ausencia de miedo,
Sino el triunfo sobre él”.
Vivan la libertad, la justicia e igualdad
No interesa si el umbral es estrecho
O atiborrado de sanciones el juicio
Soy el poseedor de mi ánimo
Soy el comandante de mi destino.
ROSINA VALCÁRCEL CARNERO (Lima, 1947) Doctora por la UNMSM. Escritora, periodista, docente en la Universidad de San Marcos desde 1973. Directora de Kachkaniraqmi. Diez poemarios y otros libros. Miembro de la revista Redacción popular (Argentina). Premios diversos. Condecorada: Medalla Manuelita Sáenz (Congreso de la República 11/2015); la Municipalidad de Barranco (Noche de los Poetas / www.munibarranco.gob.pe/.../352-homenaje-a-rosina-valcarcel-noche-de-los- poetas oct. 2016); sociedadliterariaamantesdelpais.blogspot.com/2017/.../jueves-24-invitacion-homenaje-. (ene: 2017).
Otros: www.rosinavalcarcel.wordpress.com
Colabora en Blog lamula.pe (Lima, Perú).