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Poemas de Germán Carrasco

Publicado: 2019-01-08


Los poemas aquí publicados pertenecen a Metraje, reciente libro de poemas de Germán Carrasco, y sin ninguna duda, uno de los poetas  más importantes de Hispanoamérica. Leo Metraje y siento el tiempo de las cosas y los sucesos transfigurados en varios actos cuyos movimientos hacen de cada poema el espectáculo consabido. El lenguaje articula imagen tras imagen un mito de la ciudad y del campo. Su lectura me lleva a saber, también, que estamos frente a breves documentales abiertos a un proceso de exploración. Hay claridad en estos poemas, y es desde su insignificancia donde una realidad se enciende. Quedan invitados a la lectura de estos hermosos poemas.   W. G. M.  

Lima, enero de 2019





Temed la muerte por agua


hay una boya en un mar bravo

y dos que se aman tratan de asirse

a la boya con desesperación


pero es resbaladiza de musgo y algas

es redonda y no tiene de dónde tomarla

es un muñeco porfiado siniestro


empieza a anochecer como en la montaña

en donde hay que llegar a la cumbre con sol

sin luz se pone todo más difícil


deciden flotar de espaldas

controlar la respiración

y miran las estrellas.


por qué no fuimos felices

–dicen– era tan fácil.




Ventolerías


Pisagua. Porvenir. Quebrada de Camiña.

Cómo te gusta venir en pleno invierno

a los lugares más Marte del territorio

en donde los milicos relegaban a la gente.


¿Quieres llenar cada espacio del mundo,

como en The Cantos? ¿Bendecirlos?

¿Filmarlos? ¿Darles tarjeta verde, visa de existencia?

“No quiero llenar el mundo con mi presencia,

me busco y te busco en esos lugares. En la intemperie

se escucha mejor el propio rezo, aunque no sé rezar

y creo que cuando uno cree hacerlo

en realidad una se habla a sí misma”.

No hay que ocupar cada palabra existente. Para qué

¿De dónde nace esa idea colonialista y atropelladora?

Voracidad. Samsara. Mejor

siente el viento. Te lo traduzco:


NO HAY QUE OCUPAR PALABRASSS

HAY QUE OCUPAR PALASSSSSSSSSS

HAY QUE OCUPAR LUGARESSSSSSS


como Pisagua o Porvenir.


Tomas. Conquistas. Equipos. Visitas.

El sol ilumina el lenguaje por dentro

El sol es un gato montés luminoso

que enciende los senderos a su paso

Ustedes se reúnen a trabajar y a comunicarse.

A meditar y a trabajar el cuerpo.

De la palabra al cuerpo.

De la palabra a la acción.

A terreno.


Cuerpo y terreno.

¿Quieres dejar en cada rincón la luz

de tu presencia?

¿Quieres iluminar los lugares sombríos con tu presencia?

¿Por eso incluso estás conmigo.

por el contraste brutal con mi grisura?


Aquí no manda dios sino el viento

y da la impresión que no hay nadie

en las casas. Por ahí un niño juega solo.

Hay un pequeño museo croata:

los instrumentos rústicos, rifles y botellas de whisky

de gente aperrada y loca que buscaba

migajas de oro en el fin de la galaxia.




Pisagua


Un hombre se fugó de la cárcel de Pisagua. Su intención no era escaparse, no hay cómo: mar por un lado, desierto por el otro. Se fugó para no darles el gusto de ser torturado y hablar, o presenciar torturas. Lo encontraron en el muelle, en cuyos pilares se posan hoy los cormoranes y le dieron un tiro. De alguna manera, fue su triunfo.

…………………………………………………………

En las orgías de Heliogábalo, había un caballo de bronce hueco en donde éste metía a un esclavo o esclava. Luego recalentaba con fuego el caballo para que los alaridos agónicos de la víctima fueran la música de fondo de la orgía y dieran la impresión de relinchos. Hubo uno de esos esclavos que no quiso ser la música de fondo, y se obligó a no emitir sonido alguno. Murió sin dar ese gusto a Heliogábalo. Similar al fugitivo de Pisagua, fue su triunfo.

…………………………………………………………………………

El pueblo está lleno de automóviles abandonados, de los años 70 y 80 deportivos, de colección. Se echaban a perder y como Iquique está lejos, hay cuestas y es difícil el transporte a Pisagua, salía más a cuenta dejarlos abandonados y comprar uno nuevo en Iquique, zona libre de impuestos. La aerodinámica en estos automóviles espera la carcoma del tiempo de la misma manera que en Porvenir –al otro extremo del país– se oxida un barco. Porvenir, donde van a buscar trabajo los que no lo encuentran en ningún otro lugar, y que son capaces de habitar el frío y tener aptitud para la inmensidad. No aptitud para alardear con la inmensidad ni para intentar reproducir su extensión y su inefabilidad sino para interiorizarla, un espacio que se reproduzca dentro de la mente.




Costa y cordillera


una pareja siempre tendrá la oportunidad

de huir al hielo a los glaciares al oxígeno

en caso que algo se destemple

luego de 5, 7 o 50 años de matrimonio.

Ahí podrán fugarse y soñar

que son pumas o güiñas o zorros,

o mejor: un hombre y una mujer de hielo

que enfrían todo pensamiento que anulan

la esclavitud de los sentidos

y luego se derriten y son agua

pura que baja hacia el valle.





Las sobras y huellas de oruga del trajín neoliberal


Las sobras y huellas de oruga del trajín neoliberal

Y que alguien trata de vender en un paño

apoyado en un poste a la salida de la estación Retiro

se confunden con la basura que arrincona el viento

en el vértice de la reja de 70 cm. de la plaza.

Nunca he sabido para qué sirven esas rejas

si hasta los perros las saltan con facilidad

ni sé para qué sirve lo que venden

o si lo logran vender.


Partes de radios,

                                una hebilla sin pasador,

la mitad de un globo terráqueo,

                                                 juguetes

sin su control remoto

                                               y mutilados,

cuadernos usados por alumnos anónimos

libretitas de cosas pedidas fiado.


¿Qué piensa el que vende eso?

¿Acaso piensa que lo va a vender?

¿Que dos huellas de oruga se van a cruzar

como las huellas de una bicicleta

con las ruedas mojadas

y que el botón único perdido en el mundo

va a dar por fin con su familia

como en un melodrama japonés infantil?


¿Es una actitud zen de espera

o una forma de entablar una especie

de plan para establecer una conversación,

como me imagino esperan los que venden libros

toda la tarde en una manta

sin que nadie compre?


¿Y qué atuendo va a llevar la chica pobre

en todas las fiestas venideras,

en todos los terremotos venideros?


¿No es eso la historia de la literatura?

¿No es eso la poesía?

¿Intentar vender algo del todo inservible

o tal vez mostrarlo como en un museo?


¿No hay algo de poeta de verdad

en ese desquiciado maloliente

que ofrece fotocopias con poemas

escritos en letra cursiva

a la salida del cinematógrafo,

del que huimos?


¿Por qué siempre, además,

aparecen estos chiflados

a la salida del cinematógrafo?

Ese lugar sagrado por la oscuridad

y el anonimato de la audiencia


¿Por qué a la gente le gustan tanto

esos chiflados: que el divino anti cristo,

que la stella, que rodrigo lira,

que los personajes de bolaño,

que panero, etc? A quienes no les dieron

ni una sopa caliente en vida y ni hablar

de una ayudita terapéutica de índole alguna?


El tremendo esfuerzo que hay que hacer

para ser normal, Germán, escúchame bien che,

¿Sabés que es heroico ser normal, no?

Nítido de palabra y de mirada, no?

En Bs As era una anciana que se ponía

a la salida del Centro Cultural San Martín.

Nunca hay poemas realmente sorprendentes

en esa gente. Los he leído. Por ahí alguna imagen.


En tanto, el Estado, la prensa y algunos comerciantes

insisten en las ventas fomento impactos cifras

rankings ratings. Quizás ahí están las dos imágenes

lejanas y precisas de las que habla Godard,

puede que me equivoque:

1) unos burócratas, comerciantes y operadores

que hablan de fomento a la lectura, ventas

y hasta de bestsellers sobre-modulando y de traje

y 2) estos vagabundos y majaretas que leen

agendas ajenas del año pasado.

El sujeto del carrito manicero p ej compró

una libreta de anotaciones de abarrotes y precios:

y eso lee.

Bueno, en ese caso tuvo éxito el que recogió

esa libreta de la basura: pudo venderla. Y la libretita

encontró un lector. Y el lector descifró


como los que pescan en un lago y esperan pacientes

toda la noche bajo la luna y hablan en monosílabos

o como los que instalan una editorial

en un país no ilustrado en el culo del mundo

cuya población no alcanza a cubrir sus necesidades básicas.


Como los que piensan que la reutilización o el reciclaje

son una realidad posible, puede ser

pero las grades industrias contaminan ríos, glaciares

y hacen desaparecer especies y montañas en un día.

O como quienes creen que alguien que perdió

un repuesto, un enchufe, una pata de muñeca

o la pieza de un tocadiscos del todo descontinuado

encontrará al remoto objeto que la desea, a la máquina

que existe en alguna parte y que no funciona

por la falta de ese enchufe, esa piecita, esa aguja específica,

esa pierna de muñeca que se dispersó

por el mundo o el país como en un juego

de mecano y exilio o quiebre amoroso


¿Podrá ese enchufe hembra discontinuo

encontrar a su macho discontinuo

y mandarse una gozosa enchufada

con chispas que provoquen un corto circuito

debido a la ansiedad del encuentro amoroso

desperdiciado por dos personas que se aman?


Más fácil sería comprar

aún más ítems nuevos hechos en oriente

a los que no les falte ninguna pieza

–pero les faltará, tarde o temprano–

para llenar el mundo. O Comprar

perfumes o cosas falsificadas

que venden dos sujetos que se dieron el trabajo

de elaborar un discurso elocuente

y vestirse de traje y corbata

¿Venderán alguna cosa falsificada

para poder por lo menos almorzar por ejemplo?


Me senté en un boliche en Retiro

y escuche varias conversaciones.

Hasta hubo uno que decía

muy serena y racionalmente

que mucho mejor era delinquir

Al menos, Azúa y Carreño venden libros:

a veces toman el paños con rapidez de pumas

y arrancan de Carabineros por las galerías de San Diego.






Versos e imágenes encontradas en el mercado persa


Usar metraje ajeno

y con eso hacer un poema


Tomar historias ajenas

no como el viejo del saco o la bruja

roban niños y recuerdos


Pequeñas resurrecciones

de la historia y la imagen


Las metáforas son siempre las mismas

según algunos. No lo sé:

se supone que los ríos son el tiempo

pero podrían ser la posibilidad de fuga

desde un pueblo asfixiante

hacia mar abierto:

los ríos son una autopista de agua

así como las venas

son autopistas de sangre

por eso ella lava la ropa y su cuerpo

para una travesía larga con su amado.





Flor de altura


¿Sabías que existen los K.O. de pie

sin que el tipo caiga a la lona, T.K.O.?

Los fantasmas dan le pelea.

Do not go gentle

en la noche que atrapa:

Es trampa, it’s evil. Recuerda

la serena resistencia

de la flor de altura,

roca y frío.


Aquí luces sonriente con otros jóvenes.

Payasean luego de hacer una cumbre,

hacen esgrima con bastones de trekking

y muestran sus torsos en pleno frío.

Se arrojan una bola de nieve como bola de baseball

que uno de ellos batea con un bastón.


La escasa flor de altura no había aparecido

desde las grietas y el hielo

solo para que recobraras fuerzas

y llegaras a la cumbre, aunque así lo creas

y está bien que así sea:

hay que creer

como la gente que filmó y fotografió

los momentos felices de sus vidas.





BAUTIZO Y CONSTRUCCIÓN


Las presencias que aparecen en el metraje

que encontramos en el mercado persa

no tienen nombre ni localidad:

hay que otorgárselos

y ponerlos en circulación ya bautizados


Escojamos el nombre entonces

para la novia que arroja el ramo

y para la chica que salta y lo recoge

aunque pareciera que lo alza triunfal

cual un trofeo o testigo en una posta

—una amazona en strapless pelo dorado

hombro y espalda descubiertos—

materiales para construir un mundo

a soberana pinta propia

pero con el 70 % del trabajo hecho

por muertos y fantasmas:


estas filmaciones ajenas

son nuestros hijos adoptivos


Contamos con los modelos para construir

una civilización o una ficción. Algo así

como esos micro-mundos de la infancia

en donde uno era dios por un instante.





Chasqui


El sol ilumina los senderos

pero tras una alfombra roja

de gala, retirada y rayo verde

el sol nos abandona


y hay un lapso de oscuridad

–cuaresma y recogimiento–


antes de que comience a asomar

la luna tras la montaña: una madre

con una enorme linterna mágica.


El sol y la luna nos dejan ese lapso

para que tomemos conciencia

de nuestro eventual desamparo,


para que no perdamos el instinto,

para aprender a sobrevivir

para chequear el cuerpo

revisar víveres, agua, comida.


Los que se sientan bien

y los más audaces y equipados

pueden avanzar algo en las tinieblas;

los demás –si es breve el lapso–

se detendrán a esperar y ordenarse

tras alguna roca o árbol

sin que el cuerpo se enfríe.


Peligro y belleza en el delivery de versos

en zonas de acantilados y barrancos.

El poeta es un chasqui.





Se viene el temporal


Las jurásicas hojas del gomero

se preparan para un baño;

las gotas les resbalan sexis

como a Ronda Rousey en el tatami


Esas hojas te hacen sentir diminuta

cuando caminas por el patio.


Se vienen Godzilla al parecer

“y ojalá haga mierda todo”, piensas.


La tersura de las hojas del gomero

va a distribuir el riego a las plantas

que cobija como a hijos. Se viene

un temporal, nieve, apagones.


En un país de sismos y fascismos

el inconsciente de la gente se prepara.

p ej cogen velas con la excusa

de ofrendarlas al altar donde conviven

Buddha, Ganesh, Rita de Casia

junto a varias divinidades prehispánicas.


Pero es obvio que esas velas de fervor

son para los cortes inminentes

a los que nos acostumbró la dictadura

y la condición de jalea del país.


Vivir sobre jalea

es una lección de sabiduría

sobre la impermanencia de las cosas.


Las nubes son gitanas morenas

a punto de empezar el zapateo.

Gritan queltehues

con alarma de poetas alharacos

y vuelan a la ciudad con zalagarda:


Se viene nieve y temporal

¡ay de quien anda de paso en todo sitio!

¡ay de aquel del que no tiene patria!*



*¡ay de aquel sel que no tiene parka!

(final en la versión poemas de séptimo básico )






La única performance de mi vida


La única performance de mi vida

ha sido poner cera con tierra de color roja

en el piso de un cuarto que convertí

en estudio monacal.


El contraste del blanco

de la cal de las paredes

y el rojo del piso

fueron mi obra maestra.


Aplico cera en cuatro patas

y me siento como una esclava

El piso lucirá impecable

como para la visita de la Virgen.


Es como si hubiese asesinado a alguien

y esparciera la evidencia de la sangre

o me regocijara en su plasticidad

¿A quién habré asesinado hoy?


Quizás maté a alguien y no me di cuenta

como cuando uno abre el periódico

y tiene que leer alguna barbaridad

o escuchar algo horrendo. He aprendido


a evitar estridencias y accidentes

y a no provocarlos ¿Es sangre lo del piso?

Esas sordideces gustan mucho

a nuestras católicas y retorcidas cabezas


Uno siempre mata a alguien

y todos los días lo matan a uno

y se pierde mucho tiempo al pedo

en resucitar.








Germán Carrasco (Santiago, 1971) Ha escrito La insidia del sol sobre las cosas, Calas, Clavados, Multicancha, Ruda, Mantra de remos y la recopilación de columnas y crónicas periodísticas A mano alzada. Premio Pablo Neruda, Diario de Poesía (Bs As).


Escrito por

Willy Gómez Migliaro

Willy Gómez Migliaro (Lima, 1968) Poeta, profesor de literatura y escritura creativa, asesor literario y corrector de estilo.


Publicado en

Poesía

Poesía en lengua española