#ElPerúQueQueremos

Poema de Vladimir Herrera

Publicado: 2018-07-07

Vladimir Herrera, es un poeta peruano nacido en Lampa, (Perú), en 1950. Publicó su primer libro de poemas, "Mate de cedrón", en 1974. Ha vivido en Lisboa, Roma, París y Barcelona. En esta última ciudad fundó la editorial artesanal Auqui, en la que publicó principalmente la obra de Emilio Adolfo Westphalen, André Coyné y Américo Ferrari. Ha dirigido las revistas Trafalgar Square y Celos junto con Enrique Vila-Matas y Cristina Fernández Cubas. En 1980 fue becado por el Instituto Nacional de Bellas Artes de México y durante un año trabajó en un taller de poesía con Tamara Kamenszain y Alberto Blanco. Además del poemario mencionado, es autor de los libros "Del verano inculto" (Valencia, Taberna de Cimbeles, 1980), "Pobre poesía peruana" (Barcelona, Auqui, 1989), "Almanaque" (Barcelona, Auqui, 1990), "Kiosko de Malaquita" (Barcelona, Auqui, 1993) y "Poemas incorregibles" una colección consagratoria de su obra publicada en Barcelona por Tusquets editores el año 2000. En el 2009 fue antologado por Andrés Soria Olmedo en "20 años de poesía, (1989-2009)" en la colección Nuevos Textos Sagrados de Tusquets Editores. También figura en "Espléndida Iracundia. Antología consultada de la poesía peruana 1968-2008", Lima, junio del 2012. Actualmente vive en las montañas del Cusco y recientemente, su primer libro, ha sido re-editado en co-edición por el Grupo editorial Hijos de la lluvia y editorial Cascahuesos Editores. En diciembre del 2011 editorial Laguna Brechtiana re-editó para el Perú su libro "Del Verano Inculto". 



La poesía de Vladimir Herrera surge de lo más recóndito e inaccesible del conocimiento y sólo a través del empleo de la intuición logra aflorar una filosofía vital que dialoga con la tradición clásica, desde Góngora a Lezama, para poder nutrirse sin traumas de los poetas de la tradición surrealista peruana mediante un lenguaje que traspasa el hermetismo y renace transparente y ligero como el aire de las alturas. Estamos ante una obra poética que explora la más absoluta claridad y el conocimiento oculto de la palabra en fructífera conversación con el barroquismo, quedando dicha aparente contradicción resuelta con la más admirable libertad e independencia, cuya experiencia de lectura acaba permitiendo el mundo, con palabras del poeta, "de la flama erecta para el mejor lector del hígado etrusco".

                                                                                                            Rodolfo Hassler



Pobre Poesía Peruana


Westphalen tirita entre las horas

de su felicidad de nuevo librado

a la sombra de una rosa grande


Le priva el viento retinto

de su habitual noción

La memoria ladeada por el sueño

El viejo surrealista y la felicidad

meando de puntillas en los vínculos


Sin embargo el viejo sabe como

sobraba en cabeza de obsidiana

la afanosa sombra de la rosa

que ya no quiere caer


Y alcanza el peso del iridio

le estira de ese corazón

su memoria

a sus ángulos le obliga

a su figura leve como una manzana

de yodo más contraída que un astro

Lenta estocada en su cristal


(Pero el viejo ordena sus manos

mercurianas limpias calidades de iridio

como en vitrinas de ciudades áureas

Que en celadas de un vestido blanco

La talladura tiesa de admirados apetitos

Sólo una escena sencilla

Del libre en su dominio amado)


Allí practicaba Lezama

El arquetipo su agitación de ciego

Allí pisaba el polvo de su amadora senda

Alto en un patio de voces

Que han invadido las llamas

La arcilla de las hadas

El árbol de Ayacucho

Más aún que el árbol de la voz herida

Tibia como el cuerpo recogido

La flor del latido

Del mar de las grandes migraciones

Como el compás de un eclipse

El viejo y su cuchara de lata

Las olas del lienzo

mojando el bazar oscuro


Vencidas del rumbo permanente

Cambiadas

Por huellas del fin en las espumas

En tránsito a su enamoramiento quieto

Aún todavía compás de eclipse

El viejo de la rosa grande

Toda exageración y cumplimiento

Toda consumación de constructor

          riguroso

El viejo surrealista peruano

Donde eran de magnitud la rosa

Y la evaporación de naves

Más todavía que un trígono

Propicio en la desesperanza

Destino de cuyo día y obra

De cuya felicidad mayor

                 nimbos truenos son

                 de su alegría fosca

Usando mar causando alivio

Como vuelo o escama

                 de la saliva en el beso

El vientre harto

                 Precoz que te oye

Pasar hoy

                 Silvando espejos.


Escrito por

Willy Gómez Migliaro

Willy Gómez Migliaro (Lima, 1968) Poeta, profesor de literatura y escritura creativa, asesor literario y corrector de estilo.


Publicado en

Poesía

Poesía en lengua española